
Estamos siendo testigos de un momento histórico, nos encontramos en los albores de un ineludible cambio de época. Las crisis (económica, social, energética y ecológica) en las que vivimos inmersos son algunos de los síntomas más evidentes de ello. No obstante, debemos hacer frente a este contexto desolador desde una perspectiva optimista, viéndolo como una oportunidad para subvertir todos los antiguos paradigmas que nos han llevado a esta dramática situación.
Pero ¿cómo nos preparamos para afrontar los retos urbanos de un futuro que empieza hoy? Desde luego no podemos hacerlo recurriendo a esquemas y herramientas pretéritas; como diría Einstein, «necesitamos nuevas formas de pensar para resolver los problemas de las viejas formas de pensar».