La arquitectura de los centros culturales y comunitarios en áreas rurales alrededor del mundo se ha reinventado como un campo fértil de experimentación, donde la tradición y la innovación se entrelazan. Lejos de repetir modelos urbanos estandarizados, estas construcciones adoptan enfoques contemporáneos que dialogan con el territorio, integrando formas audaces, tecnologías sostenibles y prácticas colaborativas de diseño. Muchas veces concebidas junto a las comunidades locales, combinan materiales regionales y simbolismos culturales, creando espacios que no solo albergan actividades, sino que también expresan identidad y pertenencia. Al reinterpretar saberes vernáculos con lenguaje contemporáneo, estas arquitecturas acogen e inspiran nuevas posibilidades de vida en el campo.
En asociación con el Centro Cultural Europeo (ECC), ArchDaily ha lanzado su exposición inaugural como parte de la séptima edición de Time Space Existence, una vitrina arquitectónica que ocurre simultáneamente con la 19ª Bienal de Arquitectura de Venecia. Abierta del 10 de mayo al 23 de noviembre de 2025, en varias ubicaciones de Venecia, esta edición se centra en el tema de "Reparar, Regenerar y Reutilizar", promoviendo enfoques innovadores y sostenibles en la arquitectura. La contribución de ArchDaily se ubica en el Palazzo Mora, complementando otros espacios como el Palazzo Bembo, los Jardines de Marinaressa y el Palazzo Michiel.
El espacio se ha convertido en un lujo en muchas de las ciudades más densamente pobladas del mundo, una realidad cada vez más difícil de ignorar. Mega Ciudades como Tokio, Shanghái, Bombay, Ciudad de México y São Paulo superan ya los 20 millones de habitantes, mientras que otros centros urbanos de Asia y África continúan expandiéndose rápidamente. Entre ellos destaca Delhi: si se mantienen las tendencias actuales, se prevé que se convierta en la ciudad más poblada del mundo en 2028. A medida que estas ciudades crecen, las viviendas —especialmente las de nueva construcción— responden a una nueva lógica: los metros cuadrados se reducen, el mobiliario se adapta y la vida cotidiana aprende a encajar y prosperar en entornos de alta densidad. Este cambio no se relaciona solo con el tamaño; refleja una nueva forma de habitar. Donde antes dominaba la amplitud, ahora prevalece la densidad. Cada rincón adquiere valor espacial y comercial, y la cocina se perfila como uno de los mayores retos del diseño habitacional contemporáneo.
Al momento de crear espacios de exposición, el diseño de la experiencia, la propuesta de recorrido o la transmisión de ciertas percepciones y sentidos aportan a la creación de diferentes vínculos y conexiones entre los objetos exhibidos y sus visitantes. Entendiendo el carácter de un showroom como aquel espacio pensado para mostrar productos y servicios de forma creativa y experiencial, ¿qué estrategias de diseño podrían mejorar las experiencias interiores de sus usuarios? ¿cómo dialoga el diseño de interiores con la arquitectura de exposición?
MVRDV y la Universidad Tecnológica de Delft lanzan un comunicado _Le Grand Puzzle_, un estudio urbano de Marsella en el sur de Francia. Imagen Cortesía de HÇläne Bossy, Manifesta
En la arquitectura, la mayoría de las prácticas giran en torno a la entrega de proyectos a los clientes. Las oficinas están moldeadas por plazos, presupuestos y documentos claros. Aunque esta estructura produce edificios, rara vez deja espacio para que los arquitectos/as cuestionen temas más amplios — sobre cómo vivimos, cómo están cambiando las ciudades, o qué exige el futuro del diseño. Pero junto a este sistema enfocado en la producción, ha surgido un movimiento más silencioso: estudios, colectivos y fundaciones que priorizan la investigación, la experimentación y la reflexión. Estos son los think tanks de arquitectura — espacios diseñados no para construir de inmediato, sino para pensar primero.
La idea de un think tank no es nueva. Tradicionalmente encontrados en la política, la economía o la ciencia, los think tanks reúnen a expertos para estudiar problemas complejos y proponer soluciones. En la arquitectura, su auge revela una tensión en el corazón de la disciplina. Si la arquitectura ha de seguir siendo social y ambientalmente relevante, ¿puede seguir confiando solo en prácticas impulsadas por los clientes? ¿O debe abrir espacio para una indagación más lenta y profunda?
En la búsqueda de fomentar el sentido de pertenencia de sus habitantes, valorar sus culturas ancestrales y preservar su identidad, el territorio latinoamericano reconoce una arquitectura con amplios matices y características regionales. El uso de técnicas constructivas y materiales locales o el diálogo entre lo modular y lo vérnaculo, entre otras cuestiones, reconocen la intención de promover la participación de comunidades nativas, estudiantes y sus familias, pueblos originarios y constructores locales durante el proceso de construcción y diseño de una gran variedad de escuelas rurales a lo largo de la extensión de América Latina.
La arquitectura es, por naturaleza, una práctica basada en el lugar. La cantidad de conocimiento local necesario para diseñar un edificio ha significado que los arquitectos/as, incluso muchos de aquellos con obras ampliamente distribuidas, han tenido concentraciones de proyectos construidos en ciudades individuales. Giovanni "Gio" Ponti, nacido y criado en la ciudad italiana de Milán, es uno de esos arquitectos. Sus proyectos fuera de Milán incluyen el Museo de Arte de Denver en EE.UU. y la Villa Planchart en Caracas, Venezuela, así como edificios universitarios en Padua y Roma, y la Catedral de Taranto. Sin embargo, sus obras en su ciudad natal, como la Torre Pirelli, rastrean mejor el desarrollo de su arquitectura y su contribución al diseño de productos y la publicación.
La 19ª edición de la Bienal de Arquitectura de Venecia abrió oficialmente sus puertas al público el pasado 10 de mayo, convirtiéndose en un gran escenario internacional para conocer la actualidad de la arquitectura mundial y abrir conversaciones en torno a los desafíos que enfrenta hoy la disciplina, tanto los compartidos como los específicos de cada territorio. Bajo el lema de este año, "Intelligens. Natural. Artificial. Collective", la propuesta del curador general, el arquitecto italiano Carlo Ratti, invita a reflexionar sobre la interconexión de la arquitectura con otras disciplinas, como el arte, la inteligencia artificial y la tecnología, haciendo hincapié también en los territorios, los paisajes y, sobre todo, en las personas que habitamos y conformamos de manera colectiva nuestro entorno construido.
A medida que la inteligencia artificial (IA) se integra cada vez más en la sociedad, es esencial pausar ocasionalmente para reflexionar sobre los fundamentos que la sustentan y las dimensiones a las que se extiende. En el corazón del aprendizaje de la IA están los conjuntos de datos, cuya estructura y contenido moldean cómo estos sistemas interpretan y responden al mundo que los rodea. Esta dependencia crea una profunda interdependencia, una que no solo informa las capacidades de la IA sino que también define posibles puntos ciegos. A la luz de esto, debemos hacer una pregunta crucial: ¿Qué formas de comprensión podría excluir este proceso, particularmente aquellas que no se capturan fácilmente en forma digital?
https://www.archdaily.co/co/1030020/construccion-vernacula-e-inteligencia-artificial-pueden-los-datos-por-si-solos-superar-la-brechaEnrique Tovar
La propuesta de los arquitectos argentinos Marco Zampieron y Juan Manuel Pachué para el Pabellón Argentino de la 19ª Bienal de Arquitectura de Venecia 2025, es clara desde el inicio: al ingresar a Siestario, el visitante se sumerge en un espacio de luz tenue y sonidos evocadores, encontrándose —en el centro, extendida por la sala y como protagonista indiscutida— con una gran bolsa rosada inflada que invita automáticamente a recostarse sobre ella. Se trata de una silo bolsa, un elemento utilizado en el campo argentino para almacenar granos y símbolo de la economía de exportación nacional. En este contexto, la silo bolsa no es solo un gesto espacial, sino también temporal: una invitación a pausar y reflexionar en medio del recorrido de la Bienal.
Cuando hablamos de inteligencia en la Bienal de Venecia 2025, la exhibición principal la categoriza ampliamente en tres dominios: natural, artificial y colectiva. Si bien se ha prestado mucha atención a las performances robóticas, los experimentos materiales orientados hacia el futuro—como los ladrillos de estiércol de elefante de Boonserm Premthada o la exhibición de picoplancton hipnotizante de Canadá—una forma de inteligencia colectiva, a menudo pasada por alto pero crítica, radica en el acto de archivar.
Varios pabellones nacionales muestran esta inteligencia colectiva a través de exposiciones bellamente curadas: el ingenioso juego de escalas del Pabellón Español, por ejemplo, presenta modelos meticulosamente elaborados que invitan a una lectura atenta y al deleite. Estas colecciones curadas ofrecen una instantánea del presente y, en algunos casos, gestos hacia el futuro. Pero sin involucrarse críticamente con el pasado, sin documentar y dar sentido a nuestro conocimiento espacial y arquitectónico compartido, el potencial de la inteligencia colectiva permanece incompleto. Archivar no es simplemente un acto de preservación; es una herramienta generativa para proyectar nuevos futuros.
Vista aérea del Beta Building en Honduras. Imagen Cortesía de Taller ACÁ
Comprender el gradiente de temperatura en un edificio es esencial en climas fríos o templados, donde se utilizan cerramientos herméticos y aislamiento continuo para prevenir la pérdida de calor. Sin embargo, este enfoque no es adecuado para áreas tropicales como América Central, donde el clima se caracteriza por una alternancia constante entre temporadas húmedas y secas en lugar de cuatro distintas. Factores como la proximidad al mar, la elevación y la topografía local influyen en los microclimas a lo largo de distancias cortas, pero la alta humedad sigue siendo un desafío común. Las paredes selladas, herméticas y sin ventilación pueden convertirse rápidamente en criaderos de moho, lo que hace que las estrategias térmicas convencionales sean problemáticas. En respuesta, los diseñadores locales han desarrollado enfoques alternativos que abrazan, en lugar de resistir, el entorno exterior, permitiendo el flujo de aire y la evaporación para gestionar el confort interior.
Japón, uno de los lugares conocidos por su alta longevidad, enfrenta críticamente un cambio demográfico. A medida que la población envejecida sigue creciendo, también lo hace la demanda de espacios pensados y bien diseñados que apoyen el cuidado de los ancianos. Tradicionalmente, el cuidado estaba entretejido en la estructura de la vida familiar, a menudo recayendo en las mujeres en una sociedad patriarcal. Sin embargo, a medida que la estructura familiar tradicional de grandes familias se disuelve en gran medida y la familia nuclear se convierte en la norma, el cuidado de los ancianos depende cada vez más de los servicios de bienestar social y de instalaciones especializadas.
Esta situación presenta un desafío arquitectónico profundo y creciente: ¿Cómo pueden los entornos de cuidado no solo acomodar las necesidades médicas y de enfermería, sino también fomentar la dignidad individual, el confort y las interacciones humanas y no humanas? El diseño ideal de las instalaciones de cuidado de ancianos equilibra la funcionalidad clínica con las sutilezas de la vida diaria—para los ancianos mismos, para aquellos que enfrentan desafíos y dificultades como la demencia, para sus familias y para los cuidadores que los apoyan.
El desarrollo de edificios tradicionales sigue un modelo arriesgado: diseñar, construir a gran escala y esperar que todo funcione como se planeó. Los prototipos de vivienda sostenible invierten este guion creando micro-versiones funcionales de visiones más grandes. Este enfoque metódico permite a los diseñadores experimentar con nuevos materiales, tecnologías y sistemas sin los enormes riesgos financieros y ambientales asociados con el desarrollo a gran escala. Los prototipos de construcción sostenible sirven como laboratorios compactos donde se pueden probar teorías antes de una implementación más amplia.
Impresión de paredes exteriores. Image Cortesía de XWG Archi Studio at Tsinghua University
Según el gabinete de análisis Gartner, las ventas de impresoras 3D se vieron disparadas al 75% hacia el 2014 pero, sin embargo, esta tecnología aún continúa experimentando un gran crecimiento. Si bien existen múltiples debates en el ámbito de la arquitectura sobre si la impresión 3D puede considerarse artesanía o si es factible la mixtura de materiales locales con impresión 3D, su implementación desde la academia aspira a crear nuevas experiencias, investigaciones y conocimientos que colaboren en el desarrollo y la aplicación de esta tecnología. Ahora bien, ¿cómo la integración de la impresión 3D desde la academia podría provocar cambios en la industria de la construcción a futuro? ¿cómo la enseñanza en arquitectura y diseño podría fomentar la colaboración con otras disciplinas y crear nuevas aplicaciones en otros campos?
El ambiente interno es el foco de este segundo artículo sobre el diseño para el ruido con el fin de mejorar el bienestar. Según varios estudios recientes, el ruido en las ciudades se ha convertido en un peligro creciente para la salud. El sonido ambiental, es decir, el ruido del tráfico, actividades industriales o música amplificada, que llega a los espacios internos, no es simplemente una molestia. Se ha vinculado a enfermedades cardiovasculares, diabetes, demencia y problemas de salud mental. A medida que el mundo se urbaniza, más personas están expuestas a niveles excesivos de ruido. En viviendas de densidad media y alta, en edificios de oficinas y en escuelas, la contaminación acústica puede provenir de fuentes internas así como externas.
¿Cómo es posible maximizar la habitabilidad en espacios pequeños? ¿Qué decisiones proyectuales colaboran con la funcionalidad y la satisfacción de las necesidades esenciales de los habitantes? Durante la última década, la arquitectura a pequeña escala ha ganado protagonismo en el afán de encontrar nuevas maneras de habitar en conexión con la naturaleza y de cara a alcanzar una relativa autosuficiencia, entre otras razones. Desde viviendas mínimas o casas en los árboles hasta resoluciones de carpintería fina y esculturas, el estudio de diseño portugués Madeiguincho se dedica al diseño de resoluciones en madera aspirando a promover el conocimiento de la artesanía de este material como materia prima y material de construcción.
Alrededor del mundo, diferentes culturas desarrollan maneras singulares de concebir y vivir la sanación. Lejos de ser solo un proceso físico, curarse involucra dimensiones emocionales, espirituales, sociales y también arquitectónicas. Los espacios de sanación — sean físicos, simbólicos o naturales — reflejan los valores, creencias y modos de vida de cada pueblo. Entender estos enfoques culturales no solo enriquece la comprensión sobre la salud, sino que también invita a repensar cómo diseñar ambientes que acogen el cuidado y el bienestar.
Las torres de hormigón dominan los horizontes de las ciudades asiáticas y africanas - imponentes edificaciones que encarnan el desarrollo. Con acceso a las herramientas y materiales de la modernidad industrial, el Sur Global se presenta en el escenario mundial exhibiendo su abundancia. Sin embargo, en las profundidades de las ambiciones crecientes, el material de construcción habla de legados coloniales y economías extractivas que resultan en desequilibrios de poder en la esfera geopolítica. Una crisis climática en el horizonte solo intensifica la complicada relación entre los materiales de construcción, las demandas de sostenibilidad y la soberanía de muchos países.
Una buena conversación puede hacer que el tiempo parezca pasar más rápido. Pero, ¿es este efecto únicamente debido al intercambio verbal, o podría nuestra percepción del tiempo estar influenciada por las condiciones espaciales que nos rodean? Hay entornos que, debido a su escala, distribución y atmósfera, son propicios para reunirse, escuchar o hacer una pausa, influyendo así en la experiencia humana. Quizás no sean las palabras que compartimos, sino el espacio en el que hablamos lo que realmente moldea nuestra comprensión del tiempo. Algunas teorías sociológicas sobre nuestra sociedad y el entorno construido van más allá de considerarlo como un mero contenedor físico y sugieren que la arquitectura, en su dualidad, puede actuar tanto como un inhibidor como un catalizador de nuestras experiencias temporales, impactando nuestro bienestar.
https://www.archdaily.co/co/1029368/bienestar-y-espacios-lentos-la-arquitectura-puede-distorsionar-la-forma-en-que-experimentamos-el-tiempoEnrique Tovar
Detalle de la Red de Quioscos Garífuna. Imagen Cortesía de 24 Grados Arquitectura
¿Cómo puede la arquitectura restaurar la relevancia de los lugares olvidados? ¿Qué diálogos pueden surgir cuando los edificios y paisajes no son tratados como lienzos en blanco, sino como capas de memoria, identidad y potencial? Para la firma de arquitectura hondureña 24 Grados, estas preguntas dan forma a un enfoque basado en la adaptación, reutilización y diseño contextual. Sus proyectos van desde la restauración de antiguas plazas españolas y centros culturales hasta intervenciones en parques naturales y pueblos costeros en Honduras. Cada uno se fundamenta en la creencia de que el diseño puede retejer las relaciones entre las personas, el lugar y el patrimonio.
El término "biofilia" evoca comprensiblemente imágenes de edificios envueltos en vegetación e integrados en paisajes naturales. En el discurso arquitectónico moderno, el concepto se ha asociado con la incorporación de áreas verdes en los entornos construidos, sin embargo, tales aplicaciones representan solo una pequeña parte del verdadero alcance del diseño biofílico. Sin duda, la naturaleza juega un papel central en el diseño biofílico. Sin embargo, su influencia se extiende a estrategias a menudo pasadas por alto que involucran la configuración espacial y el patrón ambiental. La biofilia "invisible" frecuentemente conduce a resultados positivos en la salud de los ocupantes, trabajando con un impacto profundo bajo la superficie.
Según varios estudios recientes, el ruido en las ciudades se ha convertido en un peligro creciente para la salud. El ruido ambiental, es decir, el ruido del tráfico, las actividades industriales o la música amplificada, que llega a los espacios internos, no es simplemente una molestia. Se ha relacionado con enfermedades cardiovasculares, diabetes, demencia y problemas de salud mental. A medida que el mundo se urbaniza, más personas están expuestas a niveles excesivos de ruido. ¿Cómo pueden ayudar el diseño urbano y las estrategias arquitectónicas a prevenir esto?