La arquitectura es, por naturaleza, una práctica basada en el lugar. La cantidad de conocimiento local necesario para diseñar un edificio ha significado que los arquitectos/as, incluso muchos de aquellos con obras ampliamente distribuidas, han tenido concentraciones de proyectos construidos en ciudades individuales. Giovanni "Gio" Ponti, nacido y criado en la ciudad italiana de Milán, es uno de esos arquitectos. Sus proyectos fuera de Milán incluyen el Museo de Arte de Denver en EE.UU. y la Villa Planchart en Caracas, Venezuela, así como edificios universitarios en Padua y Roma, y la Catedral de Taranto. Sin embargo, sus obras en su ciudad natal, como la Torre Pirelli, rastrean mejor el desarrollo de su arquitectura y su contribución al diseño de productos y la publicación.
La 19ª edición de la Bienal de Arquitectura de Venecia abrió oficialmente sus puertas al público el pasado 10 de mayo, convirtiéndose en un gran escenario internacional para conocer la actualidad de la arquitectura mundial y abrir conversaciones en torno a los desafíos que enfrenta hoy la disciplina, tanto los compartidos como los específicos de cada territorio. Bajo el lema de este año, "Intelligens. Natural. Artificial. Collective", la propuesta del curador general, el arquitecto italiano Carlo Ratti, invita a reflexionar sobre la interconexión de la arquitectura con otras disciplinas, como el arte, la inteligencia artificial y la tecnología, haciendo hincapié también en los territorios, los paisajes y, sobre todo, en las personas que habitamos y conformamos de manera colectiva nuestro entorno construido.