Le Corbusier vio y dibujó muchísimo. Su disfunción ocular probablemente colaboraba a esta acción. Muchos artículos, investigaciones, maestrías y tesis doctorales se han realizado sobre el ínfimo tema "qué veía Le Corbusier". (Y siguen siendo realizados.) En este artículo no hay más discusión, no hay nuevas interpretaciones. Son sólo bocetos, frases sueltas, y una búsqueda: ver lo que veía Le Corbusier, o mejor dicho, lo que decidió (y no decidió) ver, y lo que decidió transformar.
Cada vez que converso con Germán lo hago sin una ruta a seguir. Nunca defino una pauta para la conversación. Esa es la gracia, no tengo preguntas hechas; conversamos y no más. O más bien, escucho y no más. Este día, como de costumbre, nos encontramos en su oficina al mediodía. Germán sabe sobre mi interés por la literatura y la arquitectura; me preguntó si yo había visto en el diario un material sobre Nicanor Parra. Le dije que soy muy malo para la noticias y que no leo diario ni veo televisión. Germán hizo señal de que entendía… “las noticias son lo que más te mata”, pero luego completó diciendo que una vez a la semana, quizás, es posible encontrar algo de bueno, como este texto sobre Parra. Conversamos varios minutos sobre literatura, sobre un esquema que había hecho su hijo sobre un libro de Todorov, y sobre otras cosas. Luego le propuse centrarnos en la fotografía y su relación con la arquitectura, el tema que, contra nuestra costumbre, ahora teníamos como determinado.