
En sus artículos para ArchSmarter, Michael Kilkelly generalmente elogia el valor de las computadoras y la automatización, una perspectiva a veces polémica, con muchos seguidores de ambos lados. En particular, su post anterior ("5 razones por las que los arquitectos deberían saber programar") provocó una intensa discusión en nuestro sitio. Pero ¿cuál es el valor de esta automatización? En este post, publicado originalmente en ArchSmarter, expande su visión relacionada con la utilidad de las computadoras - y más importante aún, con lo que las computadoras no pueden hacer.
Escribo mucho sobre tecnología digital y automatización aquí en ArchSmarter, pero profundamente, le tengo especial cariño a todas las cosas analógicas. Todavía construyo maquetas físicas. Llevo un cuaderno Moleskine conmigo a todos lados. También compré recientemente un tocadiscos Crosley.
Puedo escuchar la música que quiera a través de Spotify. El mundo de la música está literalmente a mi alcance. Reproducir discos no ha cambiado lo que escucho, pero sí ha cambiado la forma en que escucho música. Hay más fricción involucrada con los discos. Tengo que poseer físicamente el disco y tengo que ponerlo manualmente en el plato giratorio. Es un acto deliberado que requiere mucho más esfuerzo que simplemente seleccionar una lista de reproducción en Spotify. Y es mucho más divertido.
