
Han pasado dos semanas desde el cierre de la Bienal de Arquitectura 2008, y ya hemos decantado las impresiones que nos dejaron los 11 días de charlas, premios y exposiciones. A raíz de los numerosos comentarios que recibieron los artículos sobre el pabellón, la inauguración y las charlas, y por sobre todo, por un comentario que clamaba por una palabra crítica de parte de Plataforma Arquitectura, quise escribir esta opinión sobre lo que fue la pasada bienal. No sólo quiero opinar sobre el montaje, las condiciones de la muestra u otros pormenores – que tuvieron cosas buenas y malas, como cualquier proyecto – sino que a los motivos que hay detrás de aquellos pormenores y que son los principios que guiaron la realización de la recien pasada Bienal, y, a partir de ahí, los que creo que podrían ser criterios para las siguiente oportunidades.