Por más cliché que parezca la frase, hay dos cosas que a los arquitectos nos gustan mucho: el hormigón a la vista y el color negro. Mientras que el concreto le entrega una estética brutalista a los espacios, enfatizando los tonos, texturas y superficies que le dan forma a la mezcla, la sobriedad del color negro permite resaltar con precisión las características diseñadas por el arquitecto. Combinar los dos parece natural, sin embargo, el concreto pigmentado de negro no es tan común como podríamos imaginar. A continuación, revisamos el proceso de producción del hormigón negro y algunos proyectos que lo utilizan.
El proceso de pigmentación del hormigón no es tan nuevo. Los experimentos se realizan desde la década de 1950, agregando algún tipo de pigmento –en forma de polvo o líquido– a los agregados del concreto cuando aún están secos (arena y/o piedra), en una cantidad de 2% a 5% en relación al peso del cemento. Toda la mezcla se pigmenta, aunque solo se ve una pequeña parte. Específicamente para el concreto negro, generalmente se incluye el óxido de hierro (Fe3O4), el cual se encuentra en la naturaleza como 'mineral magnetita'. Cuando se agregan a la mezcla del concreto, las partículas de óxido de hierro abarcan y recubren las partículas de cemento, ya que son 10 veces más pequeñas. Es por eso que la cantidad de pigmento se dosifica en función de la cantidad de cemento, no de la arena, la grava o el agua. [1]
Existe también la posibilidad, aunque menos recomendada, de utilizar hollín y su derivado negro de carbón (en inglés Carbon Black) en la mezcla, para lograr una superficie aún más oscura. Sin embargo, mientras que los pigmentos de óxido de hierro se unen al cemento Portland y se convierten en parte permanente de la matriz del concreto, el negro de carbón no. Cuando el agua se evapora, se puede extraer el carbono, haciendo que el concreto se desvanezca más fácilmente.
La pigmentación del hormigón tiene una función estética, ya que estructuralmente, mentiene el mismo rendimiento que el hormigón convencional. Investigaciones académicas [2] indican que los pigmentos pueden reducir la densidad aparente, aumentar ligeramente la capacidad de absorción de agua en un 1% y la resistencia a la compresión hasta en un 20%. Es posilble concluir que el uso de pigmentos coloreados en el concreto no afecta negativamente las características físicas y de resistencia del concreto endurecido.
El uso de concreto pigmentado requiere de un proceso más controlado, e idealmente debe ser realizado por proveedores especializados. Otra cuestión a tener en cuenta es que, una vez completado, cualquier parche o mantenimiento en la superficie, debe ser tratado cuidadosamente para alcanzar el tono original. Una buena documentación del diseño original es esencial para esto y, en consecuencia, el proceso general es un poco más costoso. Sin embargo, al prescindir de revestimientos, parte especialmente costosa en una obra de arquitectura, puede considerarse una opción interesante en su relación costo-beneficio, ya que además de la estética, el edificio puede volverse elegante y distintivo.
Revisa, a continuación, una selección de proyectos que incorporan el concreto negro:
Puente Negro / Ondřej Císler + Petr Tej
Villa Comano / Attilio Panzeri & Partners
Hotel Carlota / JSa
Casa Bruma / Fernanda Canales + Claudia Rodríguez
Residencia Panpo-ri / a round architects
Casa Montagnola / Attilio Panzeri & Partners
Loja Garoa / UNA Arquitetos
Referencias
[1] Sullivan, Chris. The Benefits of Tried and True Iron Oxide Pigment. Concrete Decor & Professional Trade Publications Inc. Disponible en este link.
[2] Viola HOSPODAROVA, Jozef JUNAK, Nadezda STEVULOVA. Color Pigments in concrete and their properties. Artículo en Pollack Periodica. Disponible en este link.