Proyecto: ecosistema urbano Equipo de proyecto: Belinda Tato | Jose Luis Vallejo | Michael Moradiellos | Domenico di Siena | Ion Cuervas-Mons | Jaime Eizaguirre | Luisa Zancada | Benjamín Castro | Masatoshi Oka | Johannes Kettler | Javier de Paz | Julia Casado Dirección de obra en Shanghai: Jose Luis Vallejo | Ion Cuervas-Mons Ingeniería de control climático y simulación: AST ingeniería | Jose Luis Suarez | Roberto Suarez Ingeniería estructura: Tectum Ingeniería | Constantino Hurtado | Alejandra Albuerne Generación eólica: AZ renovables | AST ingeniería + Zitrón renovables Iluminación: Targetti Poulsen | Juan José García Ingeniería textil: BAT spain | Javier Tejera | Marian Marco Instalación audiovisual: Tato Cabal | Telefónica Audiovisuales Video creativo: Jordi Joaquim Maqueta: Vicente solano | Guillermo Laborde Cliente: Fundación Madrid Global | Ignacio Niño Responsable arquitectura: Manuel Rubio Empresa Constructora: SCG (Shanghai Construction Group) Jefe de obra: Jia Tao Ejecución mobiliario interactivo: Chunxu Shanghai | Cathy Chen
Árbol de Aire – Espacio público del Pabellón de Madrid Shanghai Expo 2010
Las Exposiciones Universales han sido a lo largo de la historia, eventos donde se mostraban los grandes avances de la tecnología al lado de las últimas expresiones del arte. Desde esta perspectiva el Árbol de Aire surge como un prototipo experimental de intervención en el espacio público contemporáneo, capaz de reactivar lugares y generar las condiciones propicias para el uso del espacio colectivo. Se concibe como un mobiliario urbano tecnológico, siendo no sólo de uso contemplativo sino interactivo, además de energéticamente autosuficiente y generador de confort climático.
El Árbol de Aire con sus diferentes capas técnicas admite múltiples configuraciones finales e infinidad de posiciones intermedias (opaco al exterior, translúcido, transparente, iluminado, interactivo, abierto,…). Su aspecto se transforma tanto a lo largo del ciclo diario, como de los diferentes meses del año. Distintos soportes textiles de proyección permitirán una combinación ilimitada de escenarios adaptables a las necesidades de uso. Al mismo tiempo está conectado mediante sensores, a tiempo real, con las condiciones climáticas de la ciudad de Shanghai, adoptando en todo momento la configuración física y energética óptima para generar las condiciones de confort térmico necesarias.
En climas cálidos y húmedos, la ventilación es una de las prácticas más frecuentes y eficientes para mejorar la sensación térmica. Es una variación que un termómetro es incapaz de medir, pero permite a la piel enfriarse más rápido generando una mejora en la sensación térmica. La elección del sistema de ventilación fue tomada a lo largo de un proceso de investigación realizado junto con la Ingeniería AST (ast-ingenieria.com). La investigación relaciona datos como temperatura, lluvia, humedad relativa, velocidad del aire, intensidad de radiación, temperatura de bulbo seco y radiación solar. Se realizaron simulaciones a través de software específico y validaciones parciales mediante ensayos con humo sobre un prototipo a escala 1/10.
El confort climático dentro del espacio del Árbol de Aire, se determina mediante un parámetro llamado PMV (predicted mean vote) que predice el valor medio de la sensación subjetiva de un grupo de personas en un ambiente determinado, donde el 0 representa la sensación térmica neutra. Temperatura del aire, humedad, velocidad del aire, vestimenta y actividad son las variables que lo definen y las tres primeras se recogen en tiempo real mediante varios sensores colocados en la estructura. Esto permite al Árbol de Aire adaptarse a las condiciones climáticas de cada momento, convirtiéndose en un elemento vivo que interactúa con su entorno.
La ventilación dentro del Árbol de Aire se produce a través de un gran ventilador de 7,3 m de diámetro, suspendido mediante un tensegrity en el centro de la estructura, a una altura de 11.5 m. Mediante un sistema telescópico de elevación podrá descender varios metros situándose más cerca de las personas. La posición y velocidad exacta en cada momento viene determinada en función de las condiciones térmicas del entorno, que son monitorizadas permanentemente en el entorno próximo de la estructura.
El control de la radiación solar se produce mediante una capa técnica exterior de toldos proyectantes y de medio punto. Según la sensación térmica definida en cada momento por los sensores, se regula el grado de obstrucción solar. Para llevar a cabo esta tarea de una forma óptima, todas las capas técnicas textiles y los elementos mecánicos de ventilación están guiados por un software de control instalado en un PC. Este programa de control responde a los datos suministrados por los diferentes sensores, manejando un autómata (PLC) que modifica en modo automático la configuración del árbol constantemente.
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