El concreto cuenta con una gran resistencia a los esfuerzos de compresión, pero es un material frágil en cuanto a la tracción. Es por eso que la incorporación del acero, con su alta resistencia a la tracción, convirtió al llamado concreto armado en el método constructivo más utilizado en el mundo. En otras palabras, el concreto armado combina las ventajas intrínsecas de sus dos componentes principales, concreto y armaduras de acero, para obtener un material extremadamente resistente, versátil y práctico. Estas barras de acero, además de reforzar la estructura, pueden utilizarse en instalaciones artísticas, fachadas e incluso en interiores.
Concreto sin finos con muestras de escoria de acero por L.Korat et al. (2015). Imagen vía ResearchGate. Con licencia bajo CC BY-SA 3.0
La industria de la construcción es una de las más grandes del mundo, y el cemento y el hormigón son, literalmente, los componentes básicos de su éxito. Evolucionando desde cuevas prehistóricas hasta los rascacielos de hoy, las estructuras de concreto han sido y seguirán siendo componentes vitales de la civilización moderna, brindando un soporte confiable y duradero para edificios, carreteras, puentes, túneles y represas. Tanto es así que el hormigón es el material más consumido en la Tierra, solo superado por el agua, mientras que el acero utilizado para el refuerzo es, con diferencia, el metal más utilizado. Pero esto no está exento de altos costos ambientales: el concreto es responsable del 8% de las emisiones globales de CO2, muchas de las cuales provienen de la extracción y el transporte de materiales agregados como arena, grava y piedra triturada.
Uno de los elementos más importantes en la arquitectura son las circulaciones verticales que se traducen en elevadores o escaleras, y aunque algunos despachos deciden abordarlo de forma discreta, algunos otros optan por prestarle específica atención y para convertirlas en una pieza escultórica. Las escaleras helicoidales son algunas de las preferidas al momento de querer enfocar la atención y en nuestra consciencia colectiva guardamos algunos icónicos ejemplos, como lo es el caso de la escalera en la Casa O´Gorman, dicha pieza le dio cierto carácter a la obra y es casi imposible imaginarla sin ella.
Luego de siglos utilizando la madera para el desarrollo de carpinterías de ventanas y puertas, el Racionalismo del Siglo XX comenzó a adoptar un nuevo material para estos fines: el acero. Impulsado por la producción industrial, y promovido por arquitectos como Adolf Loos, Mies van der Rohe, y Le Corbusier, el acero fue evolucionando para generar marcos cada vez más delgados y resistentes. Sin embargo, materiales eficientes y de bajo costo, como el aluminio y el PVC, comenzaron paulatinamente a reemplazar su uso masivo, aumentando la dimensión de los marcos y quitando "limpieza" a una arquitectura que comenzaba a integrar grandes paneles de vidrios a sus fachadas.
En la actualidad, las nuevas tecnologías han refinado sus procesos de producción, elaborando perfilerías mínimas de alta rigidez y precisión, que aprovechan al máximo la transparencia del vidrio y que entregan nuevas prestaciones de confort y seguridad. Conversamos con los expertos de Jansen para profundizar en su aplicación en la arquitectura contemporánea.
En el marco de la XXXVI versión del Concurso CAP, el cual se ha realizado desde 1986, se convocó a las Escuelas de Arquitectura de Chile a proponer y profundizar en torno al acero respondiendo a la temática: “Industria, Innovación e Infraestructura cultural”, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que se vinculan a la agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Los organizadores invitaron a los participantes a profundizar en el estudio del acero, buscando un mayor nivel de conocimiento y comprensión del material como elemento arquitectónico y estructural.
Con un aire de sencillez y sabiduría el ingeniero Julio Vargas Neumann nos recibe. Sus dos canes acompañan el descenso después del ascenso necesario para ingresar y nos acompañan también los muros de piedra que definen el lote. Nos sentamos e iniciamos -o continuamos- la entrevista y conversación en relación al valor de las shicras, los materiales locales y la construcción en tierra. Dialogamos también sobre las críticas al cemento, aluminio y al acero así como las perspectivas sobre el futuro de los materiales en el Perú y en el mundo. Asimismo, discutimos sobre el largamente inatendido y recursivo problema rural sudamericano y la necesidad de cambiar inexorablemente de paradigmas y prioridades.
El Pabellón Alemán de Mies Van der Rohe y Lilly Reich para la Exposición Internacional de Barcelona de 1929 es conocido como el edificio más moderno sobre el que se ha escrito. Pero no importa cuántas veces se redibuje el pabellón para su análisis, siempre hay nuevos ángulos para interpretarlo. Identificar su capacidad para redefinir la imagen alemana, al tiempo que introduce genuinamente nuevas estrategias que siguen estando presentes en los proyectos arquitectónicos contemporáneos, son dos elementos clave de las intenciones de los arquitectos detrás de su estrategia de diseño.
Tenemos que alejarnos de la frialdad de la burocracia. Es un error creer que, para comprender el problema de la arquitectura moderna, es suficiente reconocer la necesidad de soluciones racionales. La belleza en la arquitectura, que es una necesidad y un propósito para nuestro tiempo y para períodos anteriores, no puede lograrse a menos que podamos ver más allá de la mera utilidad cuando construimos. – Mies van der Rohee
La mayoría de nosotros usamos escaleras todos los días, pero rara vez nos detenemos a contemplar su diseño o pensar mucho en su función. Con sus escalones, peldaños y barandilla, son fácilmente uno de los elementos arquitectónicos más fundamentales en cualquier hogar. Además de brindar un acceso seguro, simple y fácil de un piso al siguiente, es a través de las escaleras que los arquitectos crean formas espaciales únicas y efectos visuales fuertes. Desde la distancia, puedes ver a la gente moviéndose arriba y abajo repetidamente; Desde dentro, al usuario se le presentan nuevos ángulos y formas de percibir un espacio. Así que una buena escalera es más que un simple medio de circulación vertical. A través de su fuerza y escala, puede convertirse en el protagonista de un espacio – un punto focal de diseño que se eleva al nivel del arte. En este artículo, presentamos sus características versátiles y cualidades materiales a través de una selección de ejemplos inspiradores, los cuales se pueden encontrar en la sección 'Escaleras' de Architonic.
Los Premios Richard H. Driehaus de las Artes de la Construcción celebraron su quinta edición y, recientemente, se dieron a conocer los ganadores de la misma. Estos premios son unos galardones que se conceden en España, cada año, a los más destacados maestros de los distintos oficios de la construcción tradicional, con el objetivo de contribuir a su preservación y continuación, y de fomentar la excelencia en este ámbito. La iniciativa es impulsada por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y el INTBAU (International Network for Traditional Building, Architecture and Urbanism), con la colaboración de la Fundación Ekaba, el Ministerio de Cultura y Deporte y el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España. Los oficios que compiten se agrupan en cuatro categorías: albañilería y cantería; artes de la madera; acabados y otros trabajos de la construcción tradicional; y por último trabajos del metal y del vidrio.
BUGA Pavilhão de Fibra / ICD/ITKE Universidade de Stuttgart. Image Cortesia de ICD/ITKE University of Stuttgart
Volvamos a la primera clase de arquitectura sobre estructuras y la clasificación de los esfuerzos estructurales. En la mayoría de las estructuras, ya sean naturales o artificiales, las fuerzas de compresión son los actores principales. Son esfuerzos realizados con cargas iguales y opuestas, aplicadas en el interior de la estructura, que tienden a acortar la pieza en un sentido -o a comprimirla, como su nombre indica. No es difícil encontrar ejemplos de esto: por ejemplo, un muro de piedra o un tronco de madera pueden resistir el peso de un revestimiento a través de esfuerzos de compresión internos que son inherentes a cada material.
Los esfuerzos de tensión, por otro lado, tienden a alargar los componentes en la dirección de la fuerza de acción aplicada. El acero, por ejemplo, es un material con buena resistencia a la tracción. Se utiliza en hormigón armado precisamente en las partes donde la pieza está en tracción. Pero también es posible que una estructura tenga sólo partes tensadas, como es el caso de las estructuras de membrana, tensadas o tensoestructuras, que consisten en superficies traccionadas por la acción de cables o cuerdas en las que los mástiles absorben los esfuerzos de compresión.
Ya sea para marcar un cambio de dirección, para resaltar sus primeras pisadas o su propia presencia en una sala, las escaleras que combinan dos o más materiales suelen llamar la atención estableciendo diálogos entre las características más particulares de cada material. El hormigón, el acero y la madera son algunas de las opciones más comunes que se utilizan para componer la estructura de las escaleras debido a su gran resistencia y versatilidad. Pero, cuando se combinan, estos diferentes materiales amplían sus posibilidades individuales y revelan cómo el diseño se puede adaptar a sus peculiaridades y conexiones.
La combinación de texturas, colores y acabados entre materiales puede aportar una serie de soluciones creativas a estos elementos destinados a la circulación vertical, como se muestra en LÂM's Home de AD+studio y Casa 9A de 23o5Studio, caracterizada por unas escaleras de estructura robusta y base rugosa que se encuentra con una estructura ligera y elegante. El orden de composición opuesto, una base más liviana que se encuentra con un sólido conjunto de escalones, prospera ingeniosamente en Casa Chulavista de Luis Carbonell y Casa Angatuba de messina | rivas, donde la base de la escalera de madera clara es seguida por escalones de hormigón en bruto.
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Casa Piedra Blanca / Pablo Lobos Pedrals, Angelo Petrucelli. Image Cortesia de Pablo Lobos Pedrals, Angelo Petrucelli
Steel frame es un sistema compuesto por perfiles de acero galvanizado, de espesor entre 0,80 mm y 3 mm, doblados en frío y ensamblados como marcos estructurales, con montantes verticales y horizontales. Para envolver los perfiles estructurales se utilizan láminas de OSB, paneles de fibrocemento o placas de yeso, que pueden ser acabadas y pintadas interior y exteriormente. En el interior de las paredes se pueden incluir materiales aislantes, como lana mineral, lana de vidrio u otros, incrementando así el aislamiento térmico acústico. En el sistema de estructura de acero, todas las partes eléctricas e hidráulicas se instalan antes de cerrar los paneles, lo que hace que el proceso sea más eficiente y sin roturas, y con menos desperdicio de material. La limpieza del proceso, la eficiencia y la rapidez son puntos clave en este sistema constructivo que se extiende por todo el mundo.
Ya sea como cerramiento de un sistema constructivo en seco –como Steel frame o Wood frame, montándose sobre armazones constituidos por perfiles de acero o madera-, o como revestimiento exterior en obras construidas con sistemas tradicionales, la chapa acanalada se presenta como una opción ventajosa a la hora de materializar las terminaciones exteriores de un proyecto arquitectónico debido a su economía, su mínimo mantenimiento y su versatilidad, permitiendo materializar tanto cerramientos verticales como cubiertas.
Bridge House / BIO-architects. Image Cortesia de Ivan Ovchinnikov
Metafóricamente, construir puentes equivale a crear nuevas oportunidades, conexiones y caminos. Los primeros puentes posiblemente surgieron de forma natural con la caída de troncos sobre ríos o depresiones naturales, y el ser humano ha estado construyendo estructuras rudimentarias para superar obstáculos desde la prehistoria. Los avances tecnológicos han hecho posible la construcción de puentes impresionantes y esculturales, que juegan un papel clave en la conectividad. Ya que habitualmente necesitan superar grandes vanos, con pocas posibilidades de soporte, estructurarlos no es una tarea tan sencilla. Sin embargo, ¿qué pasa cuándo, más que una conexión entre dos puntos, el puente es también un edificio con un programa complejo? ¿Cómo se puede estructurar?
Poco antes de la Primera Guerra Mundial, Harry Brearley (1871-1948), que trabajaba como obrero metalúrgico desde los 12 años, desarrolló el primer acero inoxidable. Buscando resolver un problema de desgaste en las paredes internas de las armas del ejército británico, terminó obteniendo una aleación de metal resistente a la corrosión, agregando cromo al hierro fundido. La invención encontró aplicaciones en casi todos los sectores de la industria, como en la producción de cubiertos, equipos de salud, cocina, industria automotriz, entre muchos otros, reemplazando materiales tradicionales como el acero al carbono, el cobre e incluso el aluminio. En la construcción civil esto no fue diferente y pronto se incorporó acero inoxidable a los edificios.
En 2002, los arquitectos de Diller Scofidio+Renfro (DS+R) captaron la atención mundial con el Blur Building para la Expo Suiza del mismo año. El volumen estaba formado por 35.000 boquillas de alta presión que expulsaban agua del lago sobre el cual estaba ubicado, creando una enorme nube artificial a su alrededor. Su forma, límites, colores y translucidez cambiaban con el sol y la fuerza del viento, y producían una experiencia inmersiva para los usuarios, quiénes ingresaban a un volumen completamente permeable. Diez años más tarde, Carla Juaçaba y Bia Lessa diseñaron Humanidade2012 para la exposición Río +20, en la que varios volúmenes programáticos se organizaron al interior de una enorme estructura de andamios. Con más vacíos que llenos, sus extremos se desmaterializaban en el cielo y durante la noche los volúmenes parecían flotar. Según las arquitectas, "el mismo movimiento de las personas en el edificio transformó a los visitantes en objetos de exhibición, al ser vistos desde lejos". Los dos proyectos temporales, incluso con diferentes escalas y contextos, coinciden con éxito al trabajar con las nociones de translucidez, ligereza, disolución de límites y movimiento.
A un observador contemporáneo, las líneas fluidas y la ornamentación de carácter naturalista del Art Nouveau pueden no parecerle particularmente radicales. Para algunos, el Art Nouveau puede incluso ser considerado como un último suspiro del Clasicismo del siglo XIX, una etapa previa a la aparición del inconfundible Art Decó moderno y los estilos internacionales. La Casa van Eetvelde, diseñada en 1897 por Victor Horta -arquitecto considerado padre del Art Nouveau- sugiere una historia diferente. Con su estrategia espacial y el uso expresivo de nuevos materiales industriales, la Casa van Eetvelde es un testimonio claro de cómo la innovación caracterizó a este "Arte Nuevo".