Está claro que la infraestructura educativa es clave para toda comunidad. Cuanto mejor sea la calidad de estos espacios, mejor será el aprendizaje de quienes los utilizan. Sin embargo, estos establecimientos a menudo cumplen una función mucho más abarcativa que la meramente educativa. En comunidades del Sur Global, en países como Perú o Vietnam, donde gran parte de la población vive en zonas rurales alejadas de los centros urbanos, no solo son escasos los espacios educativos, sino que también faltan puntos donde toda la comunidad —no solo los estudiantes— pueda reunirse.
Cuando se aborda la accesibilidad en la arquitectura, los códigos establecen la línea de base mientras que el diseño define el techo. Aunque existen numerosas directrices, crear espacios para todos va más allá del mero cumplimiento de las normas. Requiere una comprensión profunda del entorno y una perspectiva amplia, reconociendo que lo que diseñamos será utilizado por personas con diversos cuerpos, habilidades y condiciones mucho más allá de los tradicionalmente considerados usuarios típicos.
Además, diseñar entornos plantea el desafío de la inclusión, garantizando que los individuos que no se ajustan al perfil estándar, como personas con discapacidades, mujeres embarazadas, quienes utilizan dispositivos de asistencia y personas de diferentes edades, tipos de cuerpo, etc., no queden excluidos. Los principios del Diseño Universal, establecidos en 1997 por la Facultad de Diseño de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y dirigidos por Ronald L. Mace, ofrecen una perspectiva transformadora en este contexto. Este enfoque influye en varios campos del diseño, incluido el entorno construido, los productos y las comunicaciones. Aplicado a la arquitectura, fomenta la creación de espacios que funcionen para todos, minimizando la necesidad de adaptaciones o diseños especializados.
https://www.archdaily.co/co/1019754/como-los-7-principios-del-diseno-universal-ayudan-a-crear-una-mejor-arquitecturaEnrique Tovar