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Arquitectos: Steimle Architekten
- Área: 485 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Brigida González
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Proveedores: FSB Franz Schneider Brakel, Franz Nüsing, JUNG, Jansen AG Schüco International KG, LTS Licht & Leuchten, Liapor GmbH & Co.KG, Mermet S.A.S, Parkett Hinterseer, WAREMA Renkhoff, joro türen
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En verano de 2017, el monumento de la Escuela Federal de la Bauhaus en Bernau fue inscrito en la lista del Patrimonio Mundial de La Unesco. Como respuesta al creciente interés por el conjunto, diseñado por el director de la Bauhaus, Hannes Meyer y Hans Wittwer, el ayuntamiento de Bernau decidió convocar a finales de ese mismo año un concurso de ideas para un centro de visitantes, que debía acoger al creciente número de visitantes del monumento.
El edificio debía estar subordinado al conjunto histórico, pero a la vez desarrollar una identidad propia, creando de este modo un edificio innovador y de gran calidad en su concepción arquitectónica y urbana.
El pabellón constituye un preludio adecuado para la experiencia del Sitio Patrimonio Mundial, introduciendo a los visitantes en el contexto de este lugar tan especial. Integrado en el pinar adyacente, el pabellón guía la mirada de los visitantes a través de los troncos del bosque, permitiendo así contemplar el monumento desde una nueva perspectiva. La visita se concibe como una secuencia de experiencias, análoga a los “efectos psicológicos” definidos por Hannes Meyer, y enfatizando de este modo la dimensión temporal y corporal de la arquitectura.
El centro de visitantes se concibe linealmente en forma de una sencilla estructura en reposo, invitando al visitante a acceder al edificio a través de una amplia terraza, que se eleva ligeramente sobre plano del bosque. Un amplio voladizo sobre el acceso da la bienvenida a los visitantes. A su vez, el interior, acristalado en todas direcciones, ofrece un amplio espacio que invita al detenimiento y el disfrute de tan especial ambiente. El pabellón acoge a los visitantes, ofreciéndoles diversas informaciones sobre el monumento en un espacio fluido y abierto.
En el este, se encuentra una gran sala que ocupa la longitud total del edificio. Esta sala puede subdividirse con total flexibilidad, ofreciendo siempre una visión directa del Sitio Patrimonio Mundial a través de la amplia superficie de vidrio en la fachada. Por lo contrario, los espacios servidores se integran de forma compacta en una banda auxiliar entre los elementos portantes de la estructura, orientándose hacia el aparcamiento en la parte trasera.
El lenguaje formal del edificio se hace eco de la gráfica y el equipamiento técnico de la Bauhaus, que siguiendo primeramente la función alcanza una estética propia. La pesada cubierta de hormigón aislante parece flotar de forma paradójica sobre el edificio. Solo los ligeros soportes metálicos a lo largo de la fachada participan en el juego de equilibrio, que, junto a las hojas de hormigón del interior, componen los elementos portantes de la estructura. La estructura del edificio, así como su característica textura de tablillas de madera sobre la fachada de hormigón, dotan al edificio de un carácter especial y único.