Como reacción a la propuesta ganadora del Premio Wolfson de Economía, por parte de URBED, Richard Rogers ha denunciado la idea de generar nuevas ciudades jardín en el Reino Unido, argumentando que el "concepto es ridículo" y arriesga "vaciar ciudades existentes, lo cual es una idea absurda".
La propuesta de URBED demuestra cómo, tanto como cuarenta pueblos y ciudades en el Reino Unido, incluyendo Northampton, Norwich, Oxford, Rugby, Reading y Stafford podrían expandirse, utilizando la ciudad ficticia de “Uxcester” como caso de estudio. Sin embargo, en declaraciones a the Guardian, Rogers afirmó que había suficientes sitios eriazos en las principales ciudades de Gran Bretaña para satisfacer las necesidades de la actual crisis de vivienda, y que la creación de nuevas ciudades jardín conduciría a un aumento del uso del automóvil y de las ciudades compuestas solamente de clase media.
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Rogers comentó: "Se podría acomodar dos nuevas ciudades en el centro de Croydon y sin ningún problema, ya que el núcleo de Croydon está prácticamente vacío, si nos fijamos en un plano del lugar. Ya cuenta con un sistema de transporte eficiente: Trenes, tranvías e incluso podría tener una nueva pista de aterrizaje en Gatwick, que no está muy lejos. Existen aún más zonas abandonadas en los centros de Manchester, Hull y Birmingham. Debemos construir nuevas ciudades dentro de las ciudades, antes de construirlas en el cinturón verde".
Rogers cree que las propuestas para permitir que nuevas ciudades surjan en zonas no urbanizadas, una política con la que en los últimos años han jugado los principales partidos políticos del Reino Unido, es un trato indulgente hacia las inmobiliarias, para las cuales las zonas verdes son las más fáciles y económicas de construir. Como colega en la House of Lords, Rogers está hablando en oposición a la política de su partido, sin embargo, en el pasado ha sido un asesor clave del Partido Laborista sobre políticas urbanas, con su informe de 1999 "Hacia un renacimiento urbano" que tuvo un significativo efecto.
"Habrá un momento en el futuro, en el que tendremos que utilizar las áreas verdes no urbanizadas, pero aún no estamos cercanos a esa necesidad", agregó Rogers. "Tenemos 61.000 hectáreas de terrenos baldíos en Inglaterra y el Gobierno ha aprobado la mitad de ellas como potencialmente aptas para el desarrollo inmobiliario. Eso permitiría que 1,3 millones de viviendas fuesen construidas en una baja densidad urbana".
En respuesta al ataque de Rogers, David Rudlin de URBED defendió su planificación ganadora, argumentado que su propuesta se aplica a ciudades con muy pocas zonas abandonadas, en lugar de las mencionadas por Rogers. "Richard tiene que darse cuenta de que llegan a un punto en el que necesitan expandirse", dijo. "Estoy proponiendo extender estos pueblos y ciudades mediante un plan bien pensado y no permitir una inevitable expansión, pero de forma desordenada".
Historia a través de the Guardian