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Arquitectos: Mobil Arquitectos
- Área: 1250 m²
- Año: 2011
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Fotografías:Nico Saieh
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Proveedores: Añihue
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El Hotel Refugia se ubica en la Península de Rilan de la isla grande de Chiloé. Desde su emplazamiento las vistas lejanas cruzan el mar hacia la Cordillera de los Andes en el continente, mientras sus vistas cercanas tienen a su alcance la actividad permanente de las mareas sobre los canales interiores y la rica biodiversidad del humedal de Pullao, que rodea la península.
El hotel está emplazado de forma de no alterar la topografía del paisaje. A la manera de un puente, las habitaciones están suspendidas sobre cuatro grandes pilares de hormigón. Se libera gran parte del primer piso y a su vez se protege las áreas comunes bajo un cielo de pendiente invertida que proyecta las vistas a lo lejos y busca el ingreso de la mayor cantidad de luz.
El clima de la isla es bastante extremo y cambiante, en solo una hora puede haber viento, sol y lluvia. La lógica de diseño construye interiores resguardados pero que a la vez participan de las condiciones climáticas extremas, permitiendo disfrutar de las vistas y el paisaje. La idea del cielo de Alerce del espacio central es el resultado de este juego entre proteger y disfrutar las características únicas del paisaje que presenta el emplazamiento, que construyen en conjunto la memoria y la experiencia de visitar Chiloé.
Envolvente y construcción
Uno de los desafíos de diseño fue compatibilizar el hecho de que las vistas desde el Hotel eran predominantemente hacia el sur pero a la vez era necesario captar la luz y calor desde el norte. En un clima predominantemente lluvioso y frío como el de Chiloé es necesario convertir el sol en calor y no perderlo. Para ello se utilizaron estrategias de diseño pasivo que optimizan el uso de la energía: aprovechar el sol atrapando el calor en pisos de hormigón radiativos, generar ventilaciones cruzadas para mantener ambientes frescos y ventilados, usar aleros para evitar el ingreso del sol durante la época de verano, etc. Estas estrategias se combinaron con sistemas mecánicos altamente eficientes en conjunto con una piel aislada y ventilada, diseñada para garantizar la menor pérdida posible de calor.
El diseño y elaboración de la envolvente del hotel es consistente con la idea de traer al presente, con otra geometría, los principios básicos del uso de la madera como piel y como revestimiento interior. Esto es un paso que como concepto nos parece relevante y destacable. A la materia prima, la tejuela de alerce, se le introduce la más sofisticada tecnología de diseño paramétrico, para luego devolver esta geometría, a la fabricación artesanal. Ese es un hecho innovador. Una nueva industria en la que la técnica digital y la habilidad manual van a la par y se complementan.
La tecnología del diseño paramétrico se utilizó para controlar la geometría de la envolvente y su componentes en busca de proteger el interior y aprovechar los recursos que ofrece el clima: las pendientes del volumen para conducir las aguas lluvia; las fachadas y salientes del edificio para proteger el interior y mantener los recintos ventilados; la orientación y configuración de vanos y ventanas para aprovechar la luz natural y controlar las ganancias de calor. Un muy buen ejemplo es el diseño de la serie de lucarnas en el volumen del segundo piso. Ellas aportan luz y calor desde el norte hacia el pasillo, el baño y la pieza. El sol entra sólo en las horas y meses donde es necesario obtener energía calórica.