Al igual que una vestimenta, la fachada de un edificio es la primera barrera protectora entre el exterior y el interior, recibiendo el impacto de la radiación solar, la lluvia, el viento, la nieve, y otros fenómenos climáticos. A su vez, la fachada puede reflejar una intención estética, por lo tanto, su apariencia y su rendimiento general son fundamentales.
Actualmente existen una multitud de acabados y revestimientos para edificios. Aunque en muchos proyectos las fachadas son el resultado de la combinación de estructuras, muros y aberturas, hay muchos casos en los que, debido a requisitos térmicos, acústicos o de seguridad, es necesario agregar barreras térmicas u otras capas de aislamiento. En tales casos, el uso de revestimientos que 'envuelvan' el conjunto es una buena manera de lograr los resultados estéticos deseados, desde fachadas opacas hasta perforadas.
Además, es importante reducir los imprevistos durante la construcción y la vida útil del edificio. En este sentido, los acabados modulares y livianos, con sistemas de fijación rápidos y fáciles de instalar, entregan buenos niveles de rendimiento térmico, además de reducir los contratiempos y los problemas que ocurrirían al mantener los materiales en su estado bruto. A continuación, revisamos algunos de los revestimientos exteriores más utilizados en la actualidad, y sus características esenciales.
Acero Corten
Los revestimientos de acero corten definitivamente se incorporaron al repertorio habitual de los arquitectos, debido a su variedad de colores y texturas. Los tonos rojos y anaranjados, característicos del material, proviene del proceso de oxidación del acero, también llamado pátina. Este "óxido" se limita a la capa superior del material, actuando como una barrera protectora para que la oxidación no llegue al interior de la pieza. Sin embargo, en circunstancias naturales, este proceso está sujeto al paso del tiempo y las condiciones ambientales, y puede volverse desagradable estéticamente al dejar manchas por goteo.
Existen productos en el mercado que emulan fielmente esta oxidación (incluso en más de una etapa y tono), haciendo que la apariencia final y futura del edificio sea la misma. Esto se logra mediante la aplicación de una pintura texturizada que produce diferentes efectos. Así, cada pieza presenta una apariencia única que permanece en el tiempo.
Paneles de Hormigón
El hormigón expuesto es el gran 'bromista' de la arquitectura moderna. Desde el siglo pasado, el hormigón a la vista ha sido ampliamente utilizado, y su estética sigue siendo importante en las mentes y los diseños de muchos arquitectos. El tono gris del hormigón otorga frescura y neutralidad a los espacios, permitiendo la combinación con muchos colores y materiales, y se integra perfectamente en usos internos y externos como acabado final.
Pero además de ser un material estructuralmente robusto, el concreto es enormemente pesado y presenta una alta huella de carbono. Hoy en día existen opciones en el mercado que mantienen la apariencia del concreto, pero con la ventaja de permitir diseños más livianos, a través de paneles delgados que reducen entre 6 y 10 veces el peso del concreto tradicional. Este acabado, configurado por piezas modulares, tiene todas las ventajas estéticas del hormigón a la vista, sin la necesidad de realizar procesos de moldeado, secado y curado.
Cobre
Debido a su belleza estética y sus efectos visuales, el cobre es uno de los materiales más utilizados en arquitectura, el diseño y la decoración. Es interesante notar que el cobre es un material que cambia drásticamente su superficie con el tiempo. Su color, que se asemeja a un oro rojizo, después de algún tiempo se convierte en un azul verdoso, debido a la misma pátina que surge en el acero corten. Sin embargo, puede llevar años lograr su color verde característico.
Si la idea es que la fachada tenga un patrón patinado desde el principio, existen materiales que, gracias a la tecnología utilizada en el proceso de pintura, presentan la apariencia de la pátina de cobre natural desde su instalación. Gracias a la fabricación de productos en aluzinc o aluminio con acabado de cobre, los costos del cobre natural se reducen, además de ser materiales reciclables y de buen envejecimiento.
Terracota
El nombre "terracota" proviene del italiano y significa "tierra cocida". Es un material compuesto de arcilla cocida en horno, cuyo color deriva de la reacción producida entre el alto contenido de hierro de la arcilla y el oxígeno del aire. Su fabricación ha estado dominada por el hombre durante miles de años, pero el material continúa evolucionando y, gracias a las nuevas formas de construcción, su uso se a vuelto cada vez más habitual. En fachadas ventiladas o envolventes 'sostenibles', la terracota ofrece un alto rendimiento termoacústico que entrega comodidad al interior del edificio y genera un importante ahorro energético.
Además, durante los últimos años, la terracota ha ganado fuerza por el resurgimiento de la arquitectura orgánica, convirtiéndose en un elemento diferencial gracias a su mínimo nivel de envejecimiento. Existen losas de terracota en el mercado que además de ofrecer ventajas de rendimiento y confort interior, permiten el diseño de fachadas a través de grandes formatos y diferentes geometrías, ofreciendo una paleta variada de colores cálidos y terrosos que van desde el marrón al rojo quemado, simulando tonos que se refieren a la tierra.
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