"El Pabellón de las luces flotantes" pretende reinventar la arquitectura en madera de Asia Oriental, especialmente el "-ru", el equivalente asiático de un pabellón a mayor escala. Las técnicas tradicionales de ensamblaje y los sistemas estructurales, como las ménsulas de madera, se recrean en las seis columnas arborescentes del proyecto. Estas estructuras arbóreas rinden homenaje a los seis pilares de la fachada del Chokseok-ru, construido en 1365, el edificio más simbólico de la ciudad de Jinju (Corea), donde se ubica el proyecto.
Además, el proyecto pretende evitar el uso de clavos y adhesivos para heredar la carpintería original. Sin embargo, para mejorar la productividad de la construcción, se ensamblaron complejas piezas de contrachapado fabricadas con una fresadora CNC para formar estructuras arbóreas en virtud de la realidad aumentada. De este modo, "El Pabellón de las luces flotantes" muestra la posibilidad de que la olvidada artesanía de la arquitectura de Asia Oriental renazca con la tecnología de nuestro tiempo.
Además, el proyecto propone un nuevo tipo de "-ru" como plataforma cívica para la ciudad de Jinju, una de las más históricas de la provincia meridional de Corea. Originalmente, la definición de '-ru' es un edificio icónico con plantas elevadas para tener vistas abiertas para usos privados u observación militar. Sin embargo, el proyecto convierte el propósito tradicional '-ru' a lados más públicos. El sitio da al río Namgang, que ha sido telón de fondo de notables acontecimientos históricos de la ciudad. El proyecto aspira a ser un icono junto al río, en particular, para el Festival de las Luces Flotantes, que es un conocido acontecimiento local.
Además, el proyecto se convierte en un lugar donde los visitantes pueden experimentar entornos naturales y urbanos. Antes de que la ciudad se urbanizara, la ribera estaba rodeada de bosques de bambú. Inspiradas en esta escena perdida y en el recuerdo de la ciudad, las columnas de árboles generan un espacio interior como un camino entre bosques. Además, las paredes de cristal de tres lados desdibujan la frontera entre el interior y el exterior para materializar la idea de apertura. Por último, la estructura arbórea crea las características del proyecto, en primer lugar su propia atmósfera interior, y en segundo lugar una figura simbólica desde el exterior.