- Área: 156 m²
- Año: 2010
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Fotografías:Daniela Soto
“Es bueno tener no sólo lo que los hombres pensaron y sintieron, sino lo que manejaron con sus manos, lo que su fuerza elaboró y sus ojos contemplaron durante toda su vida.”
- John Ruskin
“Las siete lámparas de la arquitectura”. Londres. 1849
01 / EL SITIO / MELILLA
Ubicado a pocos minutos del centro de Montevideo, en la zona norte del departamento se encuentra la localidad agrícola de Melilla. Enclavada en el cinturón rural que rodea la capital, conserva una larga tradición de familias productoras de frutas y hortalizas. El entorno natural y el paisaje productivo de la zona, transmiten una característica sensación de paz y tranquilidad.
02 / LA ANTIGUA BODEGA Y EL PREDIO
En el predio del proyecto, se extendían varias hectáreas de vid y funcionaba una antigua bodega. La producción de vino, y las instalaciones se abandonaron hace aproximadamente un par de décadas, desencadenando un rápido proceso de deterioro del edificio y del predio.
El edificio de la bodega se encuentra rodeado por una masa de grandes árboles que la protegen de los vientos fuertes del sur; hacia el este y norte, la vegetación se vuelve menos densa y más baja, permitiendo la entrada de los rayos solares, en los meses de invierno. La planta de la bodega se estructuraba en torno a 3 pequeñas habitaciones contiguas (comunicadas entre sí y hacía una galería de acceso en la zona del frente). Una pequeña habitación funcionaba como cocina accesible solo desde la galería frontal.
En la zona posterior un gran alero, dominaba la zona de producción de vino, y las bodegas subterráneas.
El sistema estructural y constructivo, se basa en muros portantes de carga levantados con ladrillos artesanales. La cubierta estaba sostenida por tirantes de madera a los que se clavaban cielorrasos de tablas y chapas de zinc al exterior. Los pavimentos de las habitaciones y de la galería de acceso se encontraban revestidos con baldosas cementicias, alternando distintos diseños.
03 / EL ENCARGO / INTERPRETACIÓN DE UNA DEMANDA < EL REFUGIO >
El encargo suponía la transformación de la antigua bodega en un espacio flexible destinado a constituirse en un refugio para una escuela de equitación familiar.
Además el edificio posibilitaría la generación de un espacio de encuentro y descanso para toda la familia los fines de semana.
04 / EL PROYECTO
El proyecto incluyó una propuesta de ordenación, para el predio atendiendo a las demandas funcionales que planteaba el emprendimiento, utilizando sus valores estéticos como elementos de composición del paisaje. A partir del concepto de Refugio el edificio existente brindaría las pistas necesarias sobre la materialidad y carácter del nuevo edificio
El proyecto finalmente constituyó un híbrido que conservó parte del patrimonio material y compositivo del pasado y a la vez incorporó una nueva forma de habitar el espacio y de relacionarse con su entorno natural.
Conceptualmente el proyecto está constituido por dos naves; una abierta y una cerrada, a las que se suma la galería de acceso y un volumen de servicios. Se conservó el perímetro de la antigua bodega, en sus espacios interiores y exteriores. La nave cerrada (un poco más alta que el edificio original) posee un entrepiso que techa el espacio de cocina y permite habitar la múltiple altura. Se reutilizaron los materiales que el propio edificio proporcionó (casi como una cantera…) como forma de economizar la construcción y de prolongar en el tiempo el patrimonio material de la antigua construcción. Se demolieron los tabiques que separaban las tres habitaciones y se abrieron nuevos vanos en los muros de ladrillo. Los ladrillos excedentes se limpiaron y se reutilizaron en los nuevos muros. Se retiró el revoque antiguo, evidenciando así su trabajo estructural. Los muros se cosieron y reforzaron con elementos estructurales de hormigón. Se conservaron también las aberturas (en su posición original) que comunicaban con la galería de acceso. Las mismas marcan la pauta del espacio y el ritmo en las perforaciones en los muros. Los tirantes del techo (realizados en madera de pino tea al igual que las aberturas originales), se reutilizaron en la confección de las nuevas aberturas.
La tirantería del alero posterior realizada en quebracho y lapacho soportó en mejores condiciones la intemperie, por lo que se reutilizó, tal cual estaba, en la estructura del nuevo alero.
Parte de los pavimentos de las habitaciones, se volvieron a utilizar en las zonas de carácter más doméstico. El cielorraso de madera de las habitaciones se utilizó como textura de revestimiento en algunos tabiques. Tanto la madera de entrepisos y cielorrasos, como la piel de los antiguos ladrillos, proporcionan una cálida envolvente que transmite la sensación de estar habitando un “interior” casi visceral. Un interior que observa el exterior desde cortes abiertos en su piel, marcando un límite a la experiencia del estar adentro o afuera…