- Área: 160 m²
- Año: 2009
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Fotografías:José Hevia
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Dicha organización de estancias enlazadas proporcionaba al usuario la posibilidad de readaptar la vivienda a distintos requerimientos de uso con gran economía de medios. El paso generoso que obtenemos a través de la puerta doble, equiparable al de una divisoria móvil, permite enlazar programáticamente las piezas, pudiendo multiplicar la dimensión de una estancia manteniendo algunas puertas abiertas, o incluso llegar a una situación de permeabilidad absoluta cuando la totalidad de puertas estén abiertas. Por contra, cerrando las puertas con llave, y gracias a que todas las estancias cuentan con más de un acceso, se pueden conseguir distintos niveles de compartimentación según los requisitos de uso, numero de habitantes, etc
Debido pues a la flexibilidad que proporciona dicho esquema, se optó por mantenerlo. Dicha organización también encajaba con la indeterminación de las necesidades de los futuros usuarios. Únicamente se decidió cambiar de posición las estancias especializadas: cocina y lavabo. La cocina se ubicó en el acceso a la vivienda, acabando así con el hall, cuyo tamaño era insuficiente para entenderse como una habitación más de uso intercambiable.
El nuevo lavabo fue el encargado de acabar con el antiguo pasillo de servicio, apropiándose de él, para conseguir así un aumento de dimensión que facilitara entenderlo como una gran habitación de aseo, donde se agruparan los dos baños completos que acompañaran a dos hipotéticas habitaciones, y el de cortesía, pudiendo entremezclarse o independizarse a voluntad del usuario.
Se insistió en la desaparición del corredor de servicio mediante el giro de un tabique existente que propició la aparición de zonas de ambigüedad programática, listas para ser definidas por el usuario, y que mejoró la permeabilidad visual, potenciando diagonales que rompen con la ortogonalidad de la planta. A su vez el giro de este plano de espejo desmaterializa la compartimentación del lavabo y arroja imágenes de esta estancia a las contiguas.
Más allá de la igualdad de tamaño de las estancias, la puerta fue la herramienta a partir de la cual se pretendió manifestar la adaptabilidad de la vivienda. No se han usado puertas de una hoja, pues invitan a ser cerradas. Por contra, se han mantenido o desplazado las de dos hojas y se han introducido nuevas tipologías: correderas de una hoja, correderas de hojas practicables, puertas en abanico, casi de forma aleatoria, jugando con la relación de tamaño entre la puerta y el tabique para confundir un elemento con otro, y para enfatizar que cada habitación mantiene una relación próxima con la contigua.