- Área: 350 m²
- Año: 2011
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Fotografías:Tamara Uribe
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Una casa existente, construida hace aproximadamente veinte años, con un diseño ecléctico con pobres reminiscencias historicistas, sirve de partida para el proyecto “Casa Emiliano”. Ubicada en una zona residencial con altos costos de terreno al norte de la ciudad de Mérida, el propietario decide remodelar y revitalizar esta vivienda con el objetivo de colocarla en el mercado inmobiliario. La intervención comprende un cambio el funcionamiento y la plástica del inmueble.
El proyecto comienza con la reorganización de espacios en planta baja, separando claramente las áreas de acuerdo a la privacidad que requieran, y agrupándolos de acuerdo a las relaciones de funcionamiento requeridas. En la planta alta la remodelación limita a la redistribución interior de los baños.
Espacios nuevos son agregados al programa, una terraza apergolada, filtra la luz del norte y se convierte en un espacio de transición entre el interior y el jardín posterior, al fondo de solar, una terraza descubierta aloja a la piscina que se entierra en el jardín; junto con ésta es agregada una zona de bar y baños. En la planta alta es agregado uno nuevo baño para la habitación principal.
En un terreno de dimensiones generosas, surge el reto de integrar en uno solo, el jardín seccionado por el emplazamiento de la casa; esto se logra replanteando la apertura general de la residencia, tanto el área pública como las habitaciones, éstas son liberadas de los muros que limitan la visual, abriendo grandes ventanales hacia los jardines existentes, y de esta manera se logra aprovechar la luz natural y los vientos dominantes de la región. Estos cambios en la configuración espacial, permiten que el jardín esté presente en todo el recorrido de la planta baja, desde el acceso peatonal, hasta la terraza posterior, maximizando la sensación del exterior en el interior.
El acceso peatonal, siempre acompañado por el jardín, es separado del acceso vehicular visual y espacialmente, de manera que conecte de forma más directa con la puerta principal. Los muros que lo configuran, forrados de piedra de la región para contrastar con los aplanados blancos, marcan una pausa ajardinada en la fachada urbana de la cuadra.
Las nuevas fachadas, de trazos contundentes se componen por la composición entre los refuerzos estructurales de acero, enfatizados con un color negro mate, y los grandes ventanales de aluminio y cristal.