Investigación y recopilación: Pola Mora y Fernanda Amaro
En la actualidad la industria vitivinícola chilena está catalogada como la duodécima productora a nivel mundial y como la primera exportadora de América. Este escenario ha impulsado al país como un destino para el enoturismo, concentrándose las principales visitas en los valles de la zona central; Elqui, Limarí, Aconcagua, Maipo, Casablanca, Colchagua, Cachapoal, Maule y Curicó. La arquitectura vitivinícola ha tomado fuerza en el acontecer nacional como nuevos focos de atracción turística junto al desarrollo de bodegas, hoteles, salas de degustación, miradores y centros de investigación. Estos proyectos se han ido alejando de la imagen tradicional de las antiguas casas patronales, tanto por su estética y uso de materiales, como por el interés demostrado en adaptarse al entorno, aprovechando de manera adecuada la luz natural y la circulación del aire. Los nuevos diseños de bodegas de vino apuntan además, a innovar en su producción, utilizando nuevas estructuras espaciales que permiten, por ejemplo, la fuerza gravitacional para los trabajos de vinificación.
Emplazado en la pre-cordillera de los Andes a una altura de 1000 metros sobre el nivel del mar, el templo Bahá’í de Sudamérica domina gran parte de la ciudad de Santiago (Chile).
Diseñado por los arquitectos canadienses Hariri Pontarini architects, el templo se construye en un terreno con 11 hectáreas de superficie, de las cuales 6, fueron diseñados por el arquitecto paisajista Juan Grimm.
Debido a su favorecida ubicación, el templo cumple con las expectativas de ofrecer a la comunidad visitante una experiencia peculiar que se complementa con la iluminación, con el objetivo de transformar al templo en un cuerpo de luz. Limarí Lighting Design nos cuenta detalles de este proyecto, considerado además, el ganador del Lighting Design Awards 2017 de Londres.