Renders habitados y arquitectura desierta: el mensaje oculto revelado por la fotografía

Este artículo de Felipe Samarán Saló fue publicado originalmente en el número 11° de revista rita_ con el título "Renders habitados y arquitectura desierta. El mensaje oculto de la arquitectura revelado por la fotografía" y forma parte de una colaboración conjunta de difusión. En el siguiente, presentamos un estudio sobre cómo el centro de interés de la arquitectura se ha desplazado de “servir a la persona atendiéndola en todas sus dimensiones” a “generar un universo de formas y espacios sorprendentes, bellos y fotogénicos”, relegando a quien los usará a un segundo plano o al olvido.

Recordamos colocar personas en nuestros renders de arquitectura, pero cuando esas imágenes se vuelven realidad, la gente pareciera estar ausente. ¿Por qué? [i] - Jan Gehl

El centro de interés de la Arquitectura se ha desplazado de “servir a la persona atendiéndola en todas sus dimensiones” a “generar un universo de formas y espacios sorprendentes, bellos y fotogénicos” ignorando a quien los usará.  Estudiando los rastros de la memoria fotográfica se detecta el fenómeno y ayuda a reenfocar la mirada hacia lo que de verdad importa.

Esta peligrosa pérdida de norte la desnuda ingeniosamente Bence Hadju en su serie “abandoned paintings” eliminando a las personas del plano de cuadro de bellas y conocidas escenas pictóricas demostrando la irrelevancia del desierto escenario arquitectónico resultante.

LO QUE LOS ARQUITECTOS “NO QUIEREN VER” Y LA FOTOGRAFÍA OCULTA.

En una entrevista hecha en 2015 al arquitecto Jan Gehl, responsable de haber convertido Copenhague en una de las ciudades más ejemplares y amables del mundo le preguntaron:

“You said architecture is about the room between the buildings, not about their form. I guess, there might be a few so called “star-architects” who would rather disagree”. [ii]

A lo que Gehl respondió:

“Let them. There was this guy at a conference in London. He said: «I feel sorry for you, architects. Because your means of communication is a still photo. And on a still photo all you can see is form. So constantly you communicate form to each other and you get more and more obsessed with form. This is not architecture this is sculpture».  Architecture is the interaction between form and life. And architecture is good only if this interaction works. The same is true for cities. It’s not about buildings and streets, it’s about the interaction of life and the physical environment”.

La fotografía, medio principal para difundir la arquitectura, se ha convertido en un fin en sí misma, y en muchas ocasiones se diseña “para la foto” más que para la interacción entre la obra y el usuario.  En estas palabras hay una denuncia sobre la objetualización de la arquitectura, que pierde su razón de ser al menospreciar su misión de crear escenarios facilitadores del habitar humano, para centrarse en crear meros objetos artísticos para su observación escultural.  El prestigio arquitectónico y urbanístico de Gehl le convierte en voz autorizada para realizar esta llamada de atención, que como veremos no es aislada.

En una entrevista hecha en 2017 al prestigioso fotógrafo de arquitectura Richard Pare, a la pregunta de: ¿Qué diferencia hay entre fotografiar arquitectura de manera convencional y desde una perspectiva artística?  Esta fue su respuesta:

“El trabajo más 'comercial' suele reducirse a una interpretación estandarizada, que describe los contornos del edificio; ahora se manipula digitalmente para eliminar aquello que los arquitectos no quieren ver”. [iii]

¿Qué es “aquello que los arquitectos no quieren ver”?  ¿Las cosas que se ocultan deliberadamente de la fotografía quedan también fuera de nuestra atención en el proceso de diseño?

EL HABITANTE COMO VALOR SINGULAR E IRREPETIBLE DE LA FOTOGRAFÍA

La fotografía nació vinculada a la arquitectura por el carácter estático de esta. No es casualidad que la primera fotografía que se conserva de la historia, datada en 1826, sean los tejados que se veían desde la casa de Le Gras del inventor francés Joseph Nicéphore Niépce.  También el primer negativo conocido obtenido por el científico e inventor inglés William Henry Fox Talbot en 1835 es una imagen de Arquitectura. Se trata de una ventana con celosía de su casa de campo.  Y el primer daguerrotipo obtenido por el físico, fotógrafo, pintor, inventor y químico francés Louis Daguerre en 1838 son los tejados del Boulevard du Temple de París.

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1ª foto de la historia “Vista desde la ventana en Le Gras” Por el inventor francés Joseph Nicéphore Niépce en 1826. Image Cortesía de Revista rita_

Resulta interesante lo que afirma Juan José Lahuerta sobre esa 1ª fotografía de París:

“¿Por qué es famoso ese primer daguerrotipo del Boulevard du temple? No por la arquitectura, sino porque en él aparece por primera vez en la historia la pequeña figura de un hombre vivo, abajo en la esquina de la izquierda, alguien a quien estaban lustrando los zapatos y que, al contrario de personas que por allí pasaban a las ocho de la mañana permaneció quieto durante los largos minutos que duró la exposición”.[iv]

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1er negativo de la historia. 1835 William Henry Fox Talbot. Image Cortesía de Revista rita_

Es la presencia de la persona la que transforma y pone en valor esta primera fotografía con motivo arquitectónico, y Juan José Lahuerta añade algo más:

“Veo una metáfora de las relaciones entre la arquitectura y la fotografía […] la fotografía se convertirá en el medio a través del cual se ‘inventa’ la arquitectura moderna, una arquitectura, en efecto, de pintores, a-tectónica, y una fotografía maestra en el ‘arte del mentir bien’ ”. [v]

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1er daguerrotipo de la historia, “Boulevard du Temple“ Tomado en Paris por el francés Louis Daguerre en 1838. Image Cortesía de Revista rita_

Ese “mentir bien” hace que la visión que la fotografía ofrece hoy de la arquitectura sea una fabricación visual, o una abstracción de la realidad, que depende en gran medida tanto del proyecto como de la imagen que de ella se nos ofrece congelada en el tiempo.  Por eso es necesario saber no sólo qué son las cosas, sino cómo las percibimos, y en eso la fotografía es sin duda el verdadero y gran testigo insobornable de la historia reciente.

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Ignacio Pereira. Foto Gran Vía Madrid. Image Cortesía de Revista rita_

APARIENCIA Y EXPERIENCIA

“La esencia de la fotografía es el hecho de enmarcar. A través del visor pones un marco alrededor de algo, aislándolo y dándole importancia al suprimir lo que queda fuera de él. La fotografía, en otras palabras, es la eliminación del contexto”. [vi] Akiko Busch

La fotografía es cada día más relevante y significativa por eso importa tanto lo que enmarca y lo que descarta. Según un artículo del Washington Post [vii], un estudio realizado en 2015 prueba que hoy en el mundo se toman más fotografías cada dos minutos que en todo el siglo XIX junto. Por eso lo que la fotografía enseña y oculta da una gran cantidad de información que merece la pena estudiar.

La fotografía sustituyó rápidamente al dibujo como herramienta de fijación de la Arquitectura en la memoria, y pronto empezó, como el dibujo hacía antes, a “retocar” sus imágenes para “maquillar” la belleza natural de la arquitectura.  Así lo denunciaba Richard Neutra en 1920 cuando visitó la obra de Wright descubriendo sorprendido que sus “prairie houses” no estaban en una pradera sino en un contexto urbano, cambiando por completo la imagen que de ellas se tenía a través de los dibujos y el imaginario del maestro americano.  Algunos defienden que la imagen es solo un constructo gráfico que refleja lo que nuestro cerebro comprende, limpiándolo de las impurezas de la realidad imperfecta, pero la línea de separación entre el engaño y la honestidad intelectual es difusa difícil de trazar.

Existe un revelador paralelismo con el mundo de la moda. Lo describe bien la modelo norteamericana Cameron Russell [viii] (graduada en economía y ciencias políticas por la universidad de Columbia) en su conferencia "Looks aren't Everything. Believe me, I'm a Model":

“Image is powerful, but also, image is superficial, […] and has a huge impact on our lives. […] Do they retouch all the photos? Yes, they pretty much retouch all the photos, but that is only a small component of what's happening. […] these pictures are not pictures of me. They are CONSTRUCTIONS by a group of professionals: hairstylists, makeup artists, photographers, stylists, all of their assistants and pre-production and post-production, and they build this. That's not me”.[ix]

Russell describe cómo sus fotografías han tomado vida propia y la mayoría de las veces retratan algo que NO ES ELLA. No retratan “lo que hay”, sino que lo manipulan hasta “fabricar una imagen bella y perfecta” que suele diferir notablemente de la realidad. ¿Podría ser que la búsqueda de la belleza femenina (o arquitectónica), idealizada, sin impurezas y eternamente joven, haya pasado a distorsionar gravemente la relación con la persona, con su cuerpo y con el espacio que se le proporciona para su vida?  En el mundo de la moda y la estética femenina ya se escuchan las quejas de los efectos negativos que esta desviación produce.  Manda la “fabricada” imagen perfecta, que servirá como idealización del modelo para millones de personas que jamás tendrán la oportunidad de conocerlo en persona, ni de adentrarse en el edificio y comprobar si en este hay eco o una buena acústica, si hace frío o calor, si es cómodo o incómodo, si huele a madera o plástico, si la gente que lo habita está satisfecha, si la ciudad lo acoge con aceptación o indiferencia, si envejecerá con dignidad, la foto no lo hará.  Poco importa, (es mejor que ocurra), que la belleza de la foto supere la belleza del modelo, o mienta sobre la relación de este con la realidad.

La fotografía intenta revelar el mayor interés detrás de cada obra, pero paradójicamente son más mágicos aquellos proyectos conmovedores cuya experiencia no se deja capturar por una cámara, que los ostentosos cuya instantánea promete más de lo que el espacio luego ofrece.  Como ocurre con la belleza personal, quien velando por su aspecto físico descuida su valor interior hierra gravemente por superficialidad en su norte.  La bonhomía como la mejor arquitectura no se dejan fotografiar fácilmente, por ello es vano primar la apariencia sobre la experiencia.

LA FOTOGRAFÍA COMO “MEDIO” O “FIN”.

[x]“Antes del advenimiento de la fotografía […], el público de la arquitectura era el usuario. Con la fotografía, la revista ilustrada y el turismo, la percepción de la arquitectura empezó a producirse a través de una forma social adicional: el consumo”.

Así lo afirma la arquitecta e historiadora, especializada en la relación entre medios de comunicación y arquitectura, Beatriz Colomina.  La fotografía ha pasado paulatinamente de ser “medio” a “fin”, de “testigo” a “protagonista”.  Y así la propia concepción de la Arquitectura empezaría a enfocarse en ser más “fotogénica” que “acogedora” para el habitante y “duradera” para el propietario, puesto que el cliente empieza a suplantar al usuario del espacio por el observador de la fotografía.  Ese relevo anuncia de qué va el “bien mentir” del que hablaba Lahuerta.

Ciertamente la fotografía ayuda a preservar la memoria como apunta Alberto Campo: “La mejor arquitectura necesita de los mejores fotógrafos”, […] una buena arquitectura sin fotografiar, sin transmitirse, acaba perdiéndose. Los buenos fotógrafos, son imprescindibles para los buenos arquitectos”. [xi] Y el papel del fotógrafo es crucial para difundir el trabajo arquitectónico, pues como indica Campo Baeza: “Un buen arquitecto sin un buen fotógrafo no es nada. Los mejores arquitectos son en parte lo que los mejores fotógrafos les han hecho ser y parecer” [xii]. Llegando incluso a afirmar que parte del Pritzker de Luis Barragán se debe a la difusión de las buenas fotografías que de su obra hizo Armando Salas. Pero se debe estar vigilante para las decisiones arquitectónicas no tengan más presente al fotógrafo que al habitante.

Con la aparición de la “fotografía” (dibujar con luz), a principios del siglo XIX asistimos al nacimiento del delicado binomio Arquitectura–fotografía, que tantas veces resulta simbiótico y en ocasiones deviene parasitario o de relación señor-lacayo.  La fotografía se convierte así en fuente de inspiración para arquitectos y estudiantes de arquitectura, pasando a ser parte de su alimento referencial y fin aspiracional, deseando que sus obras sean bellamente retratadas y divulgadas más allá de sus fronteras geo-temporales.

Comenta Iñaki Berguera que “cuando John Ruskin compró unos daguerrotipos de la plaza de San Marcos en Venecia entendió -y así lo transmitió en 1857 en la Architectural Asociation de Londres- que la formación de los estudiantes de arquitectura debía sustentarse en la documentación fotográfica de los grandes edificios del mundo, en detrimento de las láminas y grabados que hasta entonces se habían empleado en la formación de los alumnos”. [xiii] En junio de 1882, la revista American Architect and Building News escribía que las fotografías “son un instrumento educativo… y pronto muchos artistas y arquitectos se inspirarían antes en su colección de fotografías que en los libros[xiv]. No es de extrañar por tanto que años más tarde, en 1923, en la pionera Bauhaus de Weimar, Lázlo Moholy Nagi comenzara a impartir la enseñanza de fotoescultura, fotomontaje, montaje lumínico, y collage como parte de la formación recomendada para arquitectos.

La fotografía fue ganando importancia en la divulgación de la arquitectura, y empezaron a fraguarse los grandes binomios arquitecto-fotógrafo como Le Corbusier y Lucien Hervé, Mies Van Der Rohe y Richard Nickel Richard Neutra yJulius Shulman, Richard Meier y Ezra Stoller, y tantos otros a lo largo de la historia. En nuestros días se llega al punto de que a veces es tan importante o más el fotógrafo que inmortalizaba la obra como el arquitecto autor de esta, asistiendo al nacimiento de una nueva “élite fotográfica independiente” que es capaz de situar al arquitecto en función de sus fotografías. Tal es el caso de Hisao Suzuki, Iwan Baan, Roland Halbe, Fernando Guerra, Duccio Malagamba, etc.

Inicialmente el arquitecto dirigía las tomas del fotógrafo para captar lo que el proyecto quería destacar. Describe a la perfección esa primera etapa el estudio sistemático y comparado Veronique Boone [xv] que afirma que en muchas de las fotografías publicadas de las villas de Le Corbusier y Pierre Jeaneret de los años veinte, (especialmente Savoye y Stein), se puede comprobar la meticulosa selección de imágenes por parte del arquitecto, de tal modo que los puntos de vista seleccionados en las fotografías más publicadas coinciden con los dibujos previos de Le Corbusier sobre dichos proyectos. Hoy esto ha cambiado, siendo la visión del fotógrafo la que captura y desvela bellezas y valores de la obra que con frecuencia desbordan la intención primigenia del arquitecto.

BIAU Y BEAU COMO BOTÓN DE MUESTRA DEL SUJETO ELÍPTICO.

“La conocida frase del pintor americano Frank Stella, ‘Lo que ves es lo que ves’ (1964), no parece que pueda aplicarse a la fotografía. Según apostilló la artista Bárbara Visser: ‘lo que ves depende de lo que vayas buscando’ “ [xvi]. Iñaki Berguera.

¿Qué va buscando el arquitecto con su Arquitectura?  ¿Y el fotógrafo con su fotografía?  ¿Qué papel ocupa la persona, (el habitante), en la arquitectura y la interpretación fotográfica de la realidad construida?  El mensaje que lanza la arquitectura como disciplina artística, es en gran medida el que fabrica la fotografía a partir de ella.  En cada obra aparecen unos acentos singulares, pero también hay un mensaje global de fondo que el universo fotográfico contemporáneo mantiene como sustrato general.  Es muy revelador intentar descubrir si hay algún patrón común que permita sacar conclusiones.

Para abordar esta pregunta en el contexto de nuestro tiempo se ha hecho un sistemático y minucioso estudio de las últimas publicaciones de la BIAU (Bienal Iberoamericana de la Arquitectura y el Urbanismo) y BEAU (Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo) en sus últimas ediciones. Entre los años 2008 y 2017.  Esto ofrece una visión bastante plural y significativa del contexto arquitectónico de la última década.

Los datos son bastante homogéneos en esta década. Tomando por ejemplo la IX BIAU (el resto de las recopilaciones arroja cifras muy parecidas), sobre un total de 407 páginas, con 33 proyectos bien documentados a razón de entre 6 y 8 fotos por cada uno para un total de 207 fotografías, tenemos que:

PRESENCIA DE LA PERSONA EN LA FOTOGRAFÍA:

  • En el 80% de las fotografías la persona juega un papel absolutamente irrelevante.
  • El 67% están absolutamente vacías de personas.
  • El 40% de las habitadas lo están por personas que nada tienen que ver con el uso proyecto.
  • Sólo el 20% de las fotos están tomadas con algún habitante haciendo uso contextualizado del espacio.

ATENCIÓN AL ESPACIO HABITABLE (fin último de la arquitectura, y que la distingue de la escultura)

  • El 69% de las fotografías son imágenes exteriores donde solo puede apreciarse fachada y no el espacio interior habitable, prestando más importancia a la forma que a la función.
  • El 70% de los espacios interiores están vacíos por completo, sin muebles siquiera que permitan reconocer su forma de uso.
  • El 68% de los espacios amueblados no muestran ningún habitante haciendo uso del espacio.

RELACIÓN CON LA CIUDAD.

  • Un 76% de las fotos de exterior no muestran contexto urbano circundante.  Presenta el edificio sin hacer referencia a la ciudad que los rodea, convirtiendo en tendencia general el “Fuck the context” de Koolhaas.
  • Solo un 24% de las fotos permiten contextualizar la obra.
  • El 74% de las imágenes de espacio exterior presentan visiones urbanas asombrosamente desiertas, sin una sola persona.

Hagamos un breve análisis de estos sorprendentes datos.  No entraremos a valorar los motivos que llevan a que las fotos sean así.  Lo que importa es el mensaje global que transmite.

  • Mayoritariamente el fotógrafo retrata “edificios vacíos de vida”, donde el objeto construido es el protagonista absoluto, y la vida que alberga resulta ignorada, poco deseable o directamente molesta.
  • La persona y su interacción con el espacio construido no resultan importantes.
  • Interesa más el aspecto exterior de los proyectos que su riqueza espacial interior.
  • Hay un esfuerzo deliberado por hacer desaparecer del plano de cuadro a las personas tanto en interiores como en ambientes urbanos.  Aun cuando las calles están normalmente habitadas, lo habitual es que en su retrato se muestren inquietantemente desérticas.
  • Este retrato de la arquitectura construida contrasta poderosamente con las imágenes virtuales de proyectos que habitualmente se presentan a concursos, donde prácticamente siempre hay usuarios en la escena.

Lo relevante de este análisis es: ¿Qué mensaje estamos lanzando a los clientes, a los usuarios, y a los alumnos de arquitectura de cuál es el verdadero interés de la profesión? Las evidencias recolectadas indican:

  • Que en la toma de decisiones de proyecto “se cuida más el objeto que su relación con el usuario” para que luzca bien en la foto que será muy probablemente deshabitada.
  • Que “cómo se muestra el edificio” resulta más relevante su “calidad espacial” pasando del “Form follows function” al “Function is irrelevant”.

La capacidad del fotógrafo de enmarcar la realidad y enfocarse en lo que más le interesa deja claramente fuera de ese plano de cuadro a la persona.  ¿Fomenta o perjudica esto una mejor arquitectura?  Conviene resaltar que esto no fue siempre así.  Basta con volver la mirada por ejemplo a las cerca de 11.000 viviendas que levantó entre 1949 a 1966 el promotor Joseph Eichler en California, y basta ver cómo se fotografiaban estas viviendas, siempre “modélicamente habitadas”, porque su lema y principal foco de atención era: “Designed for better living”.  Por ello tanto el diseño como su narración fotográfica se centraban en esa meta arquitectónica.  El programa de las Case Study houses con la participación de los mejores arquitectos del momento (Richard Neutra, Raphael Soriano, Craig Ellwood, Charles y Ray Eames, Pierre Koenig y Eero Saarinen) y algunos de los mejores fotógrafos de la época como Julius Shulman, estaban igualmente alineados en esta forma de producir y narrar la arquitectura, porque en aquel momento, tras la segunda guerra mundial y todas las tragedias vividas, había un claro objetivo de mejorar la vida de los habitantes a través de la arquitectura para hacerles olvidar los horrores derivados de la guerra.

También hay ejemplos relevantes contemporáneos de arquitectos y fotógrafos que siempre muestran sus espacios habitados.  Lo tenemos en arquitectura desde Bjarke Ingels, hasta Lacatón y Vasal, y en fotografía desde Iwam Baan hasta Miguel de Guzmán, donde el espacio adquiere una nueva y mejorada dimensión al estar habitado que nunca está reñida con la belleza plástica.  Parece por tanto evidente que la arquitectura y la fotografía ensalzan u omiten aquello que les interesa o les resulta indiferente, y basta con fijarse bien para descubrir cuáles son sus intereses.  La mala noticia es que la persona, el habitante no parece estar entre las inquietudes actuales.  La buena noticia es que parece que eso está cambiando.

Renders habitados y arquitectura desierta: el mensaje oculto revelado por la fotografía - Imagen 7 de 7
Julius Shulman fotografiando la Case Study House nº. 22 West Hollywood, 1960. Image Cortesía de Revista rita_
Renders habitados y arquitectura desierta: el mensaje oculto revelado por la fotografía - Imagen 5 de 7
Iwan Baan, fotografía de Instalación de Olafur Eliasson en la Fundación Louis Vuitton, Paris. Image Cortesía de Revista rita_

 CONCLUSIÓN

La persona, el usuario, el habitante es el gran ausente de la imagen generalizada que la Arquitectura ofrece de sí misma al mundo.  Esta preocupante evidencia nos hace cuestionarnos cual es el papel que otorgamos a la persona a la hora de tomar decisiones de proyecto, y cómo es la relación que existe entre habitantes arquitectos y fotógrafos.

La arquitectura es el resultado de las habilidades e intereses de los arquitectos, que a veces coinciden y satisfacen los de sus clientes y otras no tanto, pero es la fotografía la que levanta acta de lo construido, y narra sus valores funcionales, espaciales y artísticos, y lo hace a través del filtro de su propia disciplina y sus propios intereses, que son autónomos y nunca inocuos.  Lo que el fotógrafo sabe hacer, lo que le resulta más viable, lo que le resulta más interesante desde su propio arte autónomo es lo que quedará como recuerdo detenido en el tiempo de la arquitectura que retrata.

La nueva “mirada fotográfica” de la realidad, y el “consumo rápido de imágenes impactantes” están condicionando fuertemente nuestra forma de producir arquitectura.  El foco ha cambiado del habitante al consumidor de imágenes con un evidente riesgo de frivolización y superficialización.

La regeneración y salud de la arquitectura pasa por recuperar la centralidad de la persona tanto en su diseño como en la representación de la misma.  Entendiendo que la Arquitectura solo tiene sentido cuando mejora la calidad de nuestro espacio habitable.

La tendencia a fotografiar la arquitectura deshabitada se contagia a la forma en la que se diseña, llevándonos a proyectar y fotografiar espacios VACÍOS en lugar de buscar que estén INTERESANTEMENTE HABITADOS, pensando más en la APARIENCIA que en la EXPERIENCIA. Esto necesita una urgente revisión y un cambio de conciencia global o acabaremos reduciendo a la arquitectura a un superficial, marginal y prescindible rol social asociado al Botox-shop.

Citas

- [i] GEHL, Jan: “Life Between buildings” publicado el 30 de mayo de 2016 (min 3’30”), disponible en: https://vimeo.com/168610532?fbclid=IwAR2FrN27pGBMxS8uTTo7JMZpghpVFLWvwfHTw0bXamVje6kJ6Wx75J-Znbc
- [ii] GEHL, Jan: «Architects know very little about people» Publicado el 18 marzo 2015, Disponible en:https://www.tageswoche.ch/de/2015_12/basel/683236/%C2%ABArchitects-know-very-little-about-people%C2%BB.htm
- [iii] PARE, Richard. Fotógrafo británico nacido en 1948. Entrevista “Richard Pare. El fotógrafo de Le Corbusier” para la revista digital Duendemad. Consulta hecha 25-04-2017. Disponible en: http://www.duendemad.com/es/n-143-libro-ambar-de-la-arquitectura/el-fotografo-de-le-corbusier
- [iv] LAHUERTA, Juan José: fotografía y arquitectura moderna. Contextos, protagonistas y relatos desde España. Arquia/Temas 2015 ISBN 978 84 608 4538 6 pg. 9
- [v] Ibid
- [vi] BERGUERA, Iñaki, Fotografía y arquitectura moderna. Contextos, protagonistas y relatos desde España.
- Ed. Arquia/Temas 2015 ISBN 978 84 608 4538 6 pg 29.
- [vii] The Washington Post. “The world’s most photographed places”, Agosto 2015 [Consulta hecha en agosto 2016] Disponible en: https://www.washingtonpost.com/news/wonk/wp/2015/08/26/the-worlds-most-photographed-places/?utm_term=.7e2eb6ca49ef
- [viii] RUSSELL Cameron, 1987 Boston (USA), fue modelo profesional de 2003 a 2013 para marcas como Chanel, Versace, Prada, Victoria's Secret, Calvin Klein, Armani, Benetton o Louis Vuitton entre otras. Posteriormente se graduó en económicas y ciencias políticas por la Universidad de Columbia.
- [ix] RUSSELL, Cameron TED talk. "Looks aren't Everything. Believe me, I'm a Model". Con más de 19.5 millones de visualizaciones. [Consulta realizada el 23 de agosto de 2017]. Disponible en: https://www.ted.com/talks/cameron_russell_looks_aren_t_everything_believe_me_i_m_a_model/transcript?language=es
- [x] COLOMINA, Beatriz, Architectureproduction, Princeton Architectural Press, 1988. ISBN 0910413207: pg 9 Colomina es directora de programas de posgrado de la universidad de Princeton.
- [xi] Ibid
- [xii] CAMPO BAEZA, Alberto “El ojo del arquitecto” con motivo del día internacional de la fotografía, comentando sobre el trabajo del arquitecto y su relación con el fotógrafo. Octubre 2015 Consulta [23 agosto 2017] Disponible en: http://www.plataformaarquitectura.cl/cl/625675/dia-mundial-de-la-fotografia-javier-callejas-por-alberto-campo-baeza
- [xiii] BERGUERA, Iñaki Fotografía y arquitectura moderna. Contextos, protagonistas y relatos desde España. Ed. Arquia/Temas 2015 ISBN 978 84 608 4538 6 pg 19.
- [xiv] American Architect and building news, pgs 268-269. Sobre el papel inspirador de las fotografías para los arquitectos premodernos, véase Mary N. Woods: “The photography as Tastemaker”, pgs 155-163.
- [xv] BOONE, Veronique, es profesora de la ULB (Université Libre de Bruxelles) y miembro del equipo de investigación “Le Corbusier et le film, la promotion d'une oeuvre” y “Théories et epistemologies de lárchitecture et de l’espace”.
- [xvi] BUSCH, Akiko, The photography of architecture, Ed. Paperback: 1993, ISBN: 0442013493, pg 89. Akiko fue editora de la revista metrópoli durante más de 20 años.

Sobre este autor/a
Cita: Felipe Samarán Saló. "Renders habitados y arquitectura desierta: el mensaje oculto revelado por la fotografía" 01 abr 2021. ArchDaily Colombia. Accedido el . <https://www.archdaily.co/co/941091/renders-habitados-y-arquitectura-desierta-el-mensaje-oculto-revelado-por-la-fotografia> ISSN 0719-8914

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