Sobre el crecimiento y la forma en arquitectura

Teoría formalista de D'Arcy Thompson. Image © CC0 1.0 Universal [Public Domain Dedication]

Sobre el crecimiento y la forma, obra escrita por el biólogo y matemático D’Arcy Wentworth Thompson [1860-1948], es considerada como la mayor obra en prosa de la ciencia del siglo XX, destacando el papel de la física y la mecánica en la determinación de la forma y la estructura de los organismos. El libro se convirtió en una obra clásica inmediatamente para la exploración de geometrías naturales en la dinámica del crecimiento y de los procesos físicos. Thompson se revela como un gran científico sensible a la fascinación y belleza del mundo natural con un estilo que ha llevado a la prensa especializada a calificar su obra de «tan buena literatura como ciencia; un discurso sobre la ciencia como si se tratara de una cuestión de la humanidad».

El libro cubre una gama extensa de estudios morfológicos. Registra las leyes que gobiernan la dimensión de los organismos y su crecimiento, la estática y la dinámica de la configuración en células y tejidos incluyendo los fenómenos del empaquetado geométrico, las membranas bajo tensión, las simetrías, y división de células; así como la ingeniería y los esqueletos geodésicos en organismos simples. Thompson nos revela la forma no como un hecho dado, sino como un producto de las fuerzas dinámicas que son formadas por flujos de la energía y etapas del crecimiento. Muchos fueron los arquitectos que, ansiosos de descubrir patrones formales que estructurasen el determinismo arquitectónico, acudieron a la obra de Thompson para aproximarse a su mirada. Buckminster Fuller, Pierre Teilhard de Chardin, y Frei Otto tienen cada uno, a su manera, preguntas significativas planteadas sobre nuestro conocimiento de la vida en la tierra como fenómeno global.

Pabellón Alemán, Expo 1967, Frei Otto. Image © krss. [Flickr bajo licencia CC BY-NC 2.0]

Los años 60 y los 70 eran un período en que el determinismo y las ciencias del comportamiento tenían la voz cantante en estudios ambientales. Esto condujo a discusiones sobre las dimensiones éticas y políticas de nuestra relación a la naturaleza. Se empatiza con ideas como las del filósofo Teilhard de Chardin y su influencia en el movimiento Back-to-the-Land, la filosofía New Age y el medio ambiente. Por ejemplo, el vivir en bóvedas geodésicas como una manera de expandir la propia conciencia y la idea de “closing the loop” como un principio ético central, en experimentos tempranos de los primeros ecologistas.

Surgen nuevas tendencias constructivas inspiradas, por ejemplo, en las burbujas de jabón de Frei Otto quien, entre otros, representa uno de los exponentes de la construcción con estructuras neumáticas. La fascinación con las estructuras hinchables tiene que ver con la manera en que estas expresan las fluctuaciones en condiciones ambientales y la facilidad de su construcción en una cultura del “hágalo usted mismo” propia de la época.

Finalmente, surgen construcciones como la del pabellón geodésico de Buckminster Fuller en la Expo 67 de Montreal, una expresión ingenieril de los patrones geométricos de la naturaleza. Como resultado, el edificio tuvo un enorme eco en una generación más joven que lo consideró —en su transparencia, la sensibilidad con el clima, el diseño en celosía y su forma de globo terráqueo— como un potente mensaje ecológico.

Experimentos formales con cúpulas geodésicas, Buckminster Fuller. Image © dodeckahedron [Flickr bajo licencia CC BY-NC 2.0]

No obstante, alejándonos de estos términos de ecología arquitectónica, tan presentes e influidos por la obra de Thompson en aquellos años, podemos extraer otros conceptos del libro, mucho más dogmáticos e indeterminablemente incluidos en el ejercicio de proyectar arquitectura. Hablamos del crecimiento, de la tendencia a crecer de la forma arquitectónica. Si bien los mencionados arquitectos de los años 60 y 70 incidieron más en cómo consolidar nuevas técnicas constructivas referidas a la forma, tenemos que retroceder hasta más de 20 años atrás para percatarnos del verdadero estudio de esta, de su entendimiento y su comprensión. 

"Le Modulor", Le Corbusier [1948]. Image © 準建築人手札網站 Forgemind ArchiMedia [Flickr bajo licencia CC BY-NC 2.0]

Libros como Le Modulor, escrito por Le Corbusier en 1948, supone una de las primeras reflexiones modernas acerca de conceptos como la semejanza, la proporción y la escala. Aunque los tratados primigenios acerca de estos conceptos surgen muchos siglos antes, tomando forma en las geométricamente estudiadas columnas griegas o en el teoricismo renacentista, es Le Corbusier quien acompaña por primera vez todo ese dogmatismo geométrico de la figura del individuo. Emulando al Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci, Le Corbusier ejemplifica la tendencia natural del crecimiento de la forma arquitectónica conforme a unas leyes naturales inherentemente apegadas al ser humano.

Términos como la escala arquitectónica aparecerían después, pues la forma arquitectónica no puede crecer sin el entendimiento pleno de la misma. Esa fue la herencia de D’Arcy Thompson, la misma de la que bebieron tantos arquitectos y teóricos de la arquitectura. Ojos atentos y avizores como los de Thompson ejemplifican la mejor forma de aprehender y hermanar con la naturaleza, sabiendo extraer de ella leyes que fundamenten otras ramas del conocimiento. 

Sobre este autor/a
Cita: Borja Fernández. "Sobre el crecimiento y la forma en arquitectura" 26 feb 2019. ArchDaily Colombia. Accedido el . <https://www.archdaily.co/co/909047/sobre-el-crecimiento-y-la-forma-en-arquitectura> ISSN 0719-8914

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