
- Área: 4294 m²
- Año: 2024
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Fotografías:Alejandro Arango

Descripción enviada por el equipo del proyecto. La renovación del Colegio Colombo Hebreo de Bogotá es el proyecto más ambicioso que la comunidad judía ha realizado en la ciudad de Bogotá en los últimos 40 años. Tras más de 70 años de crecimiento orgánico y sin un plan maestro definido para su campus, surgió la oportunidad histórica para repensarlo y proyectarlo para los siguientes 50 años. El plan requería la venta de casi un tercio del terreno para lograr su financiación, lo que obligaba a un replanteamiento completo de la disposición de los nuevos edificios dentro del campus.

La disposición original de los edificios obedecía a un programa funcional regido por un camino central, a lo largo del cual, de una manera casual, los edificios y aulas se acomodaban. A pesar de tener grandes zonas verdes, los edificios no se relacionaban entre sí, generando una sensación de fragmentación entre las distintas áreas. Así las cosas, el nuevo plan maestro reorganiza radicalmente el campus, generando 3 franjas programáticas claras: áreas académicas, espacios deportivos y edificios de servicios, todas ellas integradas alrededor del espacio verde, transformando el camino central en una gran Alameda que se convierte en el articulador de los edificios mencionados.


El nuevo diseño arquitectónico busca expresar los valores fundamentales del judaísmo. El pueblo judío, reconocido como el "Pueblo del Libro", debía estar reflejado en su institución más importante. Una arquitectura sobria, no ostentosa y atemporal, fundamentada en los ritmos repetitivos como símbolo de la perseverancia, la resiliencia y el esfuerzo. Minimalista en sus materiales: concreto, hierro y vidrio, en yuxtaposición, pero integrados a la naturaleza, simbolizan los valores de respeto al mundo en que vivimos y a nosotros mismos, generando espacios para la reflexión y el aprendizaje que trasciende el aula.

El programa se distribuye en 4 edificios claramente identificables, unidos por estructuras livianas y donde todos confluyen en la plaza central y el Atrio, el espacio más simbólico entre todos los edificios propuestos. Este espacio simboliza la solemnidad y el respeto de las comunidades por la historia y las tradiciones. Un lugar donde nada y todo pasa e invita a la reflexión de la conexión entre lo terrenal y lo celestial en una transición al mundo del aprendizaje y el conocimiento. Un espacio de doble altura que parece fuera de escala con relación a los edificios que lo preceden, pero que da ese espacio ceremonial y de venia que enaltece la importancia de la academia en la preservación y legado de los pueblos.


Las edificaciones, interconectadas por puentes, corredores, plazas, patios y áreas verdes, albergarán, entre otros, aulas, espacios polivalentes, oficinas administrativas, biblioteca, laboratorios, salón de arte, makerspace (STEM), salón de música y auditorio.

Este proyecto no solo logro la renovación física del campus del colegio, sino que creó un espacio que fomenta el aprendizaje, refuerza los lazos comunitarios y cimienta el legado cultural judío, donde cada rincón refleja la historia y aspiraciones de esta comunidad.