
-
Arquitectos: BABELstudio
- Área: 260 m²
- Año: 2025
-
Fotografías:Biderbost Photo

Descripción enviada por el equipo del proyecto. La vivienda objeto de este proyecto de reforma ocupa las dos últimas plantas de un edificio singular de los años 50, situado en una esquina en el centro de Bilbao. Gracias a su posición elevada y privilegiada, cuenta con una envolvente casi continua hacia el exterior, con generosas aperturas que conectan la casa con dos terrazas orientadas al este y al oeste. Además de estas terrazas, uno de los elementos más característicos de la vivienda es un patio interior central que articula el programa y organiza el resto de las estancias en torno a él. Este elemento, situado en el corazón de la planta, se convirtió desde el inicio en uno de los ejes fundamentales del proyecto, junto con las terrazas.

La propiedad, una familia numerosa, nos trasladó desde el principio la necesidad de una vivienda versátil, que pudiera adaptarse a los distintos momentos del día y de la vida familiar. Querían una casa abierta, pero también capaz de ofrecer privacidad. Bajo esta premisa, se reorganizó completamente el programa en torno al patio, generando una circulación fluida, nuevas visuales y aperturas. El objetivo era conectar las distintas zonas entre sí y con el exterior, ampliando la percepción espacial y fomentando el uso activo de las terrazas.


En la planta baja se situaron los espacios comunes, como la cocina y el comedor, orientados hacia la terraza este, mientras que las zonas más privadas —como el estudio, el baño común o el área de descanso de los padres— se organizaron en el ala oeste. El salón ocupa una posición privilegiada en la esquina entre ambas terrazas, con una fuerte vocación central. Por su parte, el dormitorio y el baño principal se ubicaron hacia la fachada trasera, buscando mayor intimidad. En la planta superior se desarrollaron los dormitorios de los niños y un baño completo, conformando así un espacio más recogido.

En cuanto a la materialidad, el proyecto busca establecer un diálogo respetuoso con la arquitectura original del edificio, manteniendo la estética de los años 50. Se ha restaurado y prolongado la tarima existente y conservado la escalera original. La madera de nogal, el mármol y el latón se incorporan como materiales protagonistas, aportando continuidad y coherencia en toda la intervención. La cocina-comedor ha sido diseñada íntegramente a medida, con especial atención al mármol viola, que destaca tanto en la isla como en el frente de encimera. Este mismo lenguaje se traslada a los elementos de transición y al hall de acceso.


El mobiliario de los dormitorios también ha sido diseñado ex profeso, en coherencia con el resto de materiales. Los baños se han revestido con piezas de gran formato en mármol Arabescato y terrazo, acentuando su carácter singular. Las nuevas carpinterías exteriores se resuelven con grandes puertas balconeras correderas, que potencian la relación con las terrazas. Éstas, a su vez, se han tratado con barro cocido, tanto en pavimentos como en elementos fijos, integrándose de forma natural con el conjunto.

El resultado es una vivienda cálida, funcional y profundamente conectada con su contexto, pensada para la convivencia, el descanso y el disfrute cotidiano.
