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Arquitectos: Hersen Mendes Arquitetura
- Área: 512 m²
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Fotografias:Joana França

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Ubicada en un terreno dentro del cerrado brasileño, la Casa de los 7 Árboles, desarrollada por la oficina Hersen Mendes Arquitectura, fue diseñada para equilibrar lo natural y lo construido, estableciendo una relación única entre la residencia y la naturaleza del entorno.

"Queremos entrar en casa y sentir como si estuviéramos saliendo de ella", era el pedido de los clientes. Con esta premisa, el proyecto partió de la vegetación natural del terreno —especialmente de los árboles, que fueron mapeados, preservados e incorporados a la concepción arquitectónica. El nombre de la residencia rinde homenaje a los siete árboles que orientaron su implantación.

Aprovechando la inclinación natural del terreno, la casa se dispuso en el área más plana, avanzando gradualmente conforme al desnivel. En algunos tramos, la construcción se destaca del suelo, creando una dinámica en la que avanza y retrocede en sintonía con el paisaje. Se priorizó la permeabilidad del suelo para mantener el flujo natural de las aguas y preservar la fauna y la flora locales. Durante las obras, se observaron momentos de polinización, reforzando la armonía entre la construcción y el medio ambiente.




En el punto más elevado del terreno, el taller de la residente, dedicado a las actividades de arte y costura, queda completamente suspendido sobre dos pilares en forma de árbol. Se conecta al espacio social de la casa por una pasarela con brises metálicos amarillos, que protegen contra la insolación.

Además de la integración con la naturaleza, se priorizó el uso de materiales locales, como ladrillos ecológicos producidos sin quema, minimizando impactos ambientales. La casa también cuenta con un sistema de energía fotovoltaica para complementar su consumo energético.

En el interior, los ambientes son fluidos y versátiles, sin delimitaciones rígidas. La casa recibió una curaduría diversa de mobiliario y obras de arte, materiales naturales, como mármol Beige Bahía en el piso, además de revestimientos en tonos terracota, verdes y neutros.

En destaque, la pared de la TV, suspendida del suelo, esconde un armario y está complementada por una chimenea en la base. Ya los volúmenes de la cabecera del cuarto y del apoyo de la cocina, que no tocan el techo, contribuyen a la fluidez de los espacios.

La biblioteca se convirtió en un elemento central en el proyecto. En lugar de ser una habitación aislada, se despliega por toda la casa, con estanterías distribuidas a lo largo de la planta baja, permitiendo que diferentes rincones sean elegidos para la lectura. Las estanterías están hechas de acero cortén, el mismo material de la escalera y de la puerta del lavabo.

La iluminación fue diseñada para ser funcional y discreta: en el comedor, cintas metálicas dirigen la luz hacia abajo; en la sala de TV, la iluminación destaca la losa, creando un ambiente acogedor.
