
-
Arquitectos: Metro Arquitetos
- Área: 7680 m²
-
Fotografias:Leonardo Finotti

Descripción enviada por el equipo del proyecto. El Museo de Arte de São Paulo Assis Chateaubriand (MASP) vive un momento histórico en su trayectoria con la expansión que culminará en el nuevo edificio Pietro Maria Bardi. Este proyecto representa el mayor salto físico del museo desde su instalación en la icónica sede de la Avenida Paulista, en 1968, diseñada por Lina Bo Bardi. La oficina METRO Arquitectos Asociados —liderada por Martin Corullon y Gustavo Cedroni— es responsable de la autoría del proyecto arquitectónico. Esta colaboración da continuidad a la larga relación entre el METRO y el MASP, iniciada en 2015 y ya resultante en intervenciones significativas en el edificio original, como el regreso de los caballetes de cristal, rediseñados a partir del sistema expositivo original del museo.


Expansión y Nueva Arquitectura. Con 14 pisos y 7,821 m² adicionales, el nuevo edificio aumentará la capacidad expositiva del MASP en un 66%. El proyecto respeta la escala y el lenguaje del edificio de Lina Bo Bardi, evitando competir con su monumentalidad. La volumetría consiste en un prisma rectangular sobre un basamento transparente, que preserva la continuidad visual con el famoso "vano libre" del MASP.

Uno de los principales diferenciales del edificio es el revestimiento en chapas metálicas perforadas y plisadas, una solución que controla la incidencia de luz natural y reduce el calentamiento interno. Esta fachada metálica funciona como una "piel" protectora, que disminuye la carga térmica y aumenta la eficiencia energética del edificio, aliviando el sistema de climatización. Además de las virtudes técnicas, la innovadora fachada metálica, al envolver toda la construcción, produce una volumetría pura y regular, en diálogo con el edificio de autoría de Lina Bo Bardi, reforzando el carácter funcional y simbólico de la expansión.

Conexión y funcionalidad. Inspirado en tipologías de museos verticales, el edificio Pietro Maria Bardi incorpora un sistema de circulación que conduce a los visitantes a recorrer de arriba hacia abajo, utilizando ascensores y escaleras. Las escaleras, además de funcionar como rutas de escape, fueron diseñadas para ser espacios agradables, con ventanas que permiten la entrada de luz natural y vidrios cortafuego, evitando la sensación de clausura y transformándolas también en áreas de circulación de público.

El proyecto incluye un paso subterráneo que conectará el MASP con el nuevo edificio, facilitando la integración funcional entre los dos edificios y optimizando la circulación de público y el transporte de obras de arte. Además, la taquilla será trasladada al sótano del edificio Pietro Maria Bardi, devolviendo al "vano libre" su papel original como espacio público, conforme al ideal defendido por Lina Bo Bardi.

"El proyecto de expansión fue pensado de modo complementario al edificio de Lina, creando un conjunto arquitectónico que funciona como un organismo único, y no solo como una adición de áreas", define Martin Corullon. Al incorporar muelles de carga y descarga de obras de arte y al crear una nueva central de climatización, que atiende a los dos edificios, el conjunto todo pasa a funcionar como un gran equipo integrado.

Resignificación y retrofit. El edificio Pietro Maria Bardi es resultado de un cuidadoso proceso de resignificación. Aprovechando estructuras preexistentes —un edificio de la década de 1940 que había pasado por una intervención en 2014, inconclusa— el proyecto transforma lo que ya fue un espacio residencial en un complejo cultural contemporáneo. "Era fundamental entender qué podría ser preservado, como los cimientos, y qué debería ser adaptado, como duplicar los pies derechos, con la remoción de pisos enteros", explica Martin Corullon. La elección de intervenir y adaptar una estructura existente, en lugar de construir desde cero, refuerza la historia de São Paulo como una ciudad en constante transformación.

Desafíos de construcción. La ejecución del proyecto no estuvo exenta de desafíos. La principal dificultad fue la demolición parcial del antiguo edificio de concreto, que poseía diversas columnas estructurales. El proceso fue conducido con partes siendo demolidas y construidas simultáneamente, sin causar una intervención agresiva en el entorno. "El túnel que conectará los dos edificios, además de ser una obra de ingeniería compleja dado que estamos excavando en la avenida Paulista, es poco usual en proyectos de arquitectura; sí es muy utilizado en sistemas de infraestructura, pero en nuestro caso servirá al público y al tránsito de obras de arte," comenta Gustavo Cedroni.

Materiales y relaciones con el rdificio original. El proyecto rinde homenajes sutiles al edificio original de Lina Bo Bardi a través del uso de materiales cuidadosamente seleccionados. El piso de madera maciza negra, por ejemplo, hace referencia directa al piso negro del MASP. La piedra basalto, utilizada en diversos detalles, como la acera y la escalera del edificio original, también está presente en el nuevo edificio. El concreto aparente, característico del proyecto de Lina, es otro material clave que refuerza esta conexión. La piel metálica recubre el edificio hasta cierta altura, mientras que la planta baja está envuelta en vidrio transparente, preservando la sensación de apertura e integración con el entorno. "Cuando las puertas de los ascensores se abran, tendrás una visión total de las galerías de arte, sin ningún tipo de anteparo, reforzando la idea de conexión inmediata del público con las obras de arte, así como sucede en la pinacoteca del MASP," explica Gustavo Cedroni.

Tecnología y sostenibilidad. El nuevo edificio del MASP no representa solo una ampliación física, sino también una modernización tecnológica que posiciona al museo entre los más avanzados del mundo. El sistema de climatización e iluminación, diseñado con tecnología de punta, atenderá a las rigurosas normas internacionales de conservación de obras de arte. Además, la iluminación automatizada en LED asegura eficiencia energética, reduciendo significativamente el impacto ambiental.

Otro aspecto crucial de sostenibilidad en el proyecto está en el diseño atemporal, con formas simples y el uso reducido de materiales altamente duraderos. Este minimalismo estructural refleja la longevidad natural del edificio, garantizando que su estética y funcionalidad se mantengan a lo largo del tiempo, sin necesidad de grandes intervenciones futuras. La sostenibilidad, por lo tanto, va más allá de la eficiencia energética: también se refleja en la elección de materiales y en el proyecto arquitectónico, que une practicidad y estética con la durabilidad exigida por una obra icónica.

La sostenibilidad es un tema central en el proyecto, que conquistó la certificación LEED (Leadership in Energy and Environmental Design). La fachada metálica doble y los sistemas de ventilación inteligentes fueron diseñados para reducir el consumo de energía, garantizando confort térmico y economía. Este enfoque evidencia el compromiso del METRO Arquitectos en crear un edificio que, además de innovador y funcional, respeta el medio ambiente y se integra de manera armoniosa a la paisajística urbana.


Espacios de convivencia y cultura. El edificio Pietro Maria Bardi contará con galerías expositivas, áreas multiuso, aulas, un laboratorio de restauración, restaurante y café, creando diversos puntos de encuentro y convivencia para los visitantes. Estos nuevos espacios ampliarán la capacidad del MASP en atender al público, ofreciendo una programación variada de exposiciones, cursos y eventos culturales.

El edificio Pietro Maria Bardi, con previsión de conclusión en 2024, será un hito en la historia del MASP, transformando no solo su estructura física, sino también la experiencia cultural de sus visitantes. Este proyecto reafirma la importancia del museo para la ciudad de São Paulo y Brasil, ofreciendo más espacio para el arte, la convivencia y el diálogo entre pasado, presente y futuro.
