Entrevista a Domenico Di Siena (Ecosistema Urbano)

½ Stepienybarno + Domenico Di Siena

Hace unos meses Plataforma tuvo la oportunidad de entrevistar a José Luis Vallejo de Ecosistema Urbano. Dos días atrás, la gente de Stepienybarno publicó una interesante entrevista para La Ciudad Viva con otro de los miembros de esta oficina de arquitectura.

La misma que ahora compartimos con todos ustedes…

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Charla con Domenico Di Siena (Ecosistema Urbano) – Parte 2

por Stepienybarno

  • Hoy mismo hemos tenido la oportunidad  de pasar por la plaza para la que en 2006 propusisteis una Playa Urbana, ¿Qué nos cuentas de aquella intervención?

Estamos  realizando unos talleres con los chicos del IED, en los que se propone algo para la plaza. Pero para eso no hay visión a nivel político. Es increíble que la gestión urbana y la política hayan dejado completamente abandonado el espacio público.

Muchos de los problemas que afectan a nuestras ciudades y la vitalidad de sus espacios públicos dependen de la masificación de algunos estilos de vida transversales de ciertas clases sociales. Es importante reforzar la idea de espacio público como garantía de la democracia y como un espacio de libertad para los ciudadanos, aunque esta idea, en realidad, se encuentra en profunda crisis. Desde hace un tiempo el espacio público ha dejado de ser un espacio de oportunidades para la colectividad.

Las comunidades locales cohesionadas son cada vez más escasas. Por consiguiente, los espacios públicos también pierden su última propulsión de vitalidad cotidiana convirtiéndose en espacios de consumo.

No hay un partido político que tenga una buena visión sobre esto. Esta cuestión se nota mucho en las ciudades ya que, gobierne quien gobierne, la tendencia es prácticamente la misma.

El espacio público en lugar de ser un espacio de oportunidad, como lo ha sido durante muchos años, vuelve a ser  un espacio solo de consumo, en todos los sentidos. Desde la política se ve como algo que hay que reglamentar para evitar problemas, ruidos, problemas sociales,…Esto a nivel de diseño urbano se nota mucho porque se desarrollan casi siempre las mismas soluciones.

Muchas veces me pregunto ¿cuándo uso yo esos espacios públicos de qué manera puedo aportar identidad a la ciudad?. En ningún momento.  En  plaza Mayor de Madrid, no puedo hacer nada que aporte identidad a ese espacio, pero sí que hay otros lugares que crean esa oportunidad y que me permiten ser activo para ello. Un buen ejemplo de este tipo de espacio es Medialab-Prado, ya que crea un espacio de oportunidad abierto.

  • Incluso Internet…

Propuesta realizada por Ecosistema Urbano

Por supuesto.  Internet y las nuevas tecnologías abren nuevos caminos. En todo momento y sin necesitar conocimientos técnicos excesivos podemos crear espacios temporales para catalizar debates y crear redes sociales.

Básicamente la propuesta de los espacios sensibles es ¿por qué no aprovechar un nuevo procomún donde la gente se está volcando para hacer creación colectiva?

Estos modelos de creación colectiva se desarrollan sobre todo gracias a Internet y pueden ofrecer una buena oportunidad a los espacios públicos para retomar su función de soporte de procesos y dinámicas de producción cultural espontáneas y auto-orgnanizadas. En esta misma línea de investigación, pudiera jugar un papel importante los nuevos centros culturales ya que podría dejar de ser centros de exposición para convertirse en centros de producción. Todos tenemos el potencial de ser protagonistas y productores de conocimiento e información, así el producto clásico de masas pierde su hegemonía.

A su vez, entendemos que determinados espacios pueden ser muy vivos si propician que los vecinos interactúen entre sí, engendrando dinámicas que den paso a redes sociales hiper-locales y visualizar de manera transparente la información relacionada con el ámbito local. De esa forma, daríamos a los espacios públicos físicos un nuevo protagonismo. Esto sucederá cuando se pueda ofrecer  un espacio en que  la colectividad pueda volver a aportar algo a la identidad local. No es solo consumir algo que nos viene dado.  Eso pasa por nosotros que somos profesionales de la ciudad, que de alguna manera trabajamos la gestión urbana.

Algo que me gusta mucho es que ahora se empieza a hablar de realidad aumentada en vez de realidad virtual, me gusta más la palabra digital que  la  virtual, para entender que la realidad es una pero con dos facetas, la presencial y la digital.

  • ¿Cómo crees que se tratan estos temas en las Escuelas de Arquitectura?

Es increíble. Y eso que en España hubo ya unos arquitectos, Hackitectura, que en los años 90 empezaron a hablar de estas cosas. Lo que pasa es que las escuelas de arquitectura están totalmente desactualizadas. Si en la Universidad propones estos temas, se plantean si realmente eso es arquitectura y ¡claro que lo es! Es arquitectura contemporánea, de lo que vivimos hoy. Si yo como arquitecto me estoy ocupando del hábitat, donde vivimos, en qué entorno…etc. ¿Cómo no me voy a preocupar de cómo se desarrolla mi forma de vida cotidiana y de cómo gestiono mis relaciones?

Si me relaciono con personas que no forman parte de mi entorno físico, pero que me afectan a mi desarrollo personal, probablemente, eso también afecte a mi forma de vivir el espacio. Por ejemplo, me sorprende muchísimo que sigamos haciendo viviendas como hace 30 años. ¿Por qué  mi casa no está diseñada de manera que pueda conectarme directamente por videoconferencia con mi madre sin tener que conectarme a un ordenador? Que la arquitectura de ese piso esté pensada para ese tipo de conexiones por voz…etc. creando así esa condición glocal. Estar en Madrid pero también en mi pueblo.

Ese intercambio de información “inútil” que para mi, sin embargo es muy útil, ya que crea la conciencia de un ambiente no formado solo por el espacio físico,  estamos informados de cómo siguen las cosas entre la familia, los amigos. ¿Por qué no puede permitir eso un espacio público o una vivienda?  La vivienda permitiría vivencias mucho más intensas con los amigos o familia y el espacio público permitiría realizar cosas que en la vivienda no se podrían hacer.  Ahora, por el modo de vida al que estamos acostumbrados, el espacio público no nos ofrece un espacio de oportunidad real.

  • Es habitual oírte hablar de mundos hibridados. Parece que es un concepto que te interesa especialmente, ¿verdad?

En la actualidad vivimos un proceso de transformación cultural de primer orden. Estamos pasando de un modelo de tipo piramidal a otro de tipo horizontal, donde la selección y garantía de la calidad no depende solo de un profesional o de uno unos cuantos especialistas, sino que de la actividad aparentemente amateur de una gran colectividad.

Hay que ser conscientes que tanto problemas de tipo planetario (como el efecto invernadero), hasta nuestro estado del bienestar tienen su mejor solución en una buena política urbana. Se trata de un cambio de paradigma en la escala de intervención política y esto es decisivo ya que puede significar un acercamiento de la sociedad civil a la política. Este acercamiento abre las puertas a una gran gama de eficaces procesos de participación ciudadana que pronto llegarán.

El proyecto de Plaza Ecopolis es muy interesante en ese aspecto. Hay una plaza y un edificio. Ambas forman parte de la misma propuesta, y esa es la solución, no se concibe la una sin la otra. En ese proyecto lo que conseguimos fue conectar cosas diferentes con soluciones integrales, pero de forma híbrida. Como, por ejemplo, conectar la depuración de agua, el tema de la energía… en pleno parque infantil. Contamos con los mejores profesionales en sus campos y conseguimos conectarlos a todos. Y eso es lo que los arquitectos podemos aportar, porque por la formación que tenemos desarrollamos esa capacidad.

  • También es cierto que a veces no se tiene muy claro cuál es la diferencia entre espacio común o público, ¿no?

Plaza Ecopolis / Ecosistema Urbano

Tendríamos que informar exactamente, de las cosas que podemos hacer  en la calle, ya que, muchas veces ni siquiera lo sabemos. En todo eso, el estilo de vida cotidiano tiene muchísimo que ver. Trabajamos para tener los recursos y así  poder tener todo aquello que necesitamos. Esa visión la aplicamos también para la ciudad. Tenemos gente que se dedica a que la ciudad esté bien, políticos, técnicos… Y nosotros no tenemos más que disfrutar de ellos sin entender que nosotros podemos aplicar algo a esos espacios.  Cuando estuve haciendo el doctorado tuve la oportunidad de entrevistar a  Eduardo Serrano, un arquitecto que participó en la Casa Invisible de Málaga, quien me dijo que le gustaba también considerar el espacio común a parte del público.

Un espacio temporal que nace a partir del encuentro de dos personas que se juntan. Decía que, suele darse en las fronteras, como cuando dos vecinos se comunican desde las  ventanas del patio. En las fronteras es donde tenemos esa actitud de lo temporal, de lo dinámico, en esos espacios comunes es donde se crean las cosas más interesantes y a las que dotamos de una identidad.

  • Quizás deberíamos usar el espacio público como un  espacio creado por miles de esos espacios de oportunidades…

Y que estos no tengan una actividad creada ya a priori. Por tanto, pudiera aparecer un espacio que te permitiese crear esos espacios comunes. Pudiera ser un espacio público y, a la vez, un procomún. Desde ahí sería fácil llegar a los  espacios sensibles de los que hablábamos antes.  La capa digital, probablemente, pueda ofrecer la  oportunidad para que la gente pueda crearse esos espacios, pero antes ha de darse una lección general de gestión urbana y después contar con algunas plataformas que ofrezcan eso. ¿Por qué no equipar con cierta tecnología un espacio público  para la creación de distintos proyectos?

  • Y ¿cuál sería en este caso el papel que debiera jugar la administración?

Sería estupendo que el ayuntamiento gestione temporalmente unos espacios, los dote de ciertas herramientas  y los ceda para que los ciudadanos puedan crear proyectos.

Teniendo como única frontera el checking digital donde el usuario se registraría, sin tener que solicitar permisos especiales. De esa forma la gente que lo esté usando se haría responsable de sus desperfectos… etc. Quizás sean ideas que puedan resultar un poco utópicas, pero para las que ya tenemos herramientas.

La gente desarrollaría sus proyectos libremente, que la administración pública vaya observando y que apoye aquello que le parece realmente interesante, con la ventaja de que son cosas que ya están en marcha. Además estaríamos poniendo en contacto personas y proyectos parecidos.  De alguna forma, se aprovecharía la inteligencia colectiva. Lo digital nos ayuda a que miles de personas puedan aportar su granito de arena plasmando sus ideas de manera muy sencilla.

Es importante trabajar como profesionales intentando crear redes independientes. Yo,como profesional que trabajo con la gestión urbana, intento crear las oportunidades para que la gente con intereses parecidos puedan juntarse en espacios físicos y poder desarrollarlos.

Luego a lo mejor salen empresas, espectáculos… un espacio en el que se pueden juntar únicamente para compartir e intercambiar ideas.

  • Crees que llegado este punto, ¿es posible ya hablar de ágoras digitales?

What…? Cities

Espacios que antiguamente eran plazas y que hoy nos ofrece lo digital ya que en las ciudades tan grandes no se están dando esos sitios. Es interesante trabajar en la creación de esas redes. Trabajamos en un proyecto llamado “What…? Cities”, que se compone de dos partes importantes, la primera como base, es una herramienta digital (que llamamos whatif : http://whatif.es) que permite al ciudadano geo-referenciar micro informaciones sobre su entorno. La segunda aprovecha el proceso de consultación ciudadana como excusa para organizar talleres y charlas, donde los ciudadanos se conocen y se pueden organizar en red de manera que seguirán viéndose y montando proyectos incluso una vez termino todo el proceso de consultación + talleres.

En este proyecto, nos inventamos una figura a la que llamamos el activador urbano. Durante los 8 meses que duraba el proyecto uno de nuestros objetivos era detectar 5 o 6 personas que tuvieran mucha capacidad de acción, de montar proyectos, para que colaborase estrechamente con nosotros.

Hablamos de gente que estuviera muy comprometida con lo local y que debíamos intentar que se hiciesen cargo de todos esos proyectos que estaban ya funcionando. Pero cuando eliges a alguien a dedo, no funciona como si fuera de manera espontánea, por ello nos inventamos una especie de becas.

Nosotros, pasaríamos una vez al mes como consultores pero antes de empezar con los talleres, formamos a estas personas que luego se quedarían liderando todas esas actividades. Hablaban sobre un proyecto real para mejorar la ciudad y finalmente realizaron una acción en Alicante para evitar la demolición de unos silos que se iban a derruir para el trazado del AVE. Así, montaron una jornada de reivindicación que generaría una red de conexión entre las personas que estaban interesadas. Esas personas que no estaban en contacto. Ahora han organizado una plataforma que se reúne regularmente para presentar al ayuntamiento actividades diferentes para realizar en esos silos.

  • Ahí es donde entra el tema de los espacios sensibles!

Cierto. El espacio sensible está cada vez más de moda, pero los que hablan de ello son mayormente arquitectos y biólogos, ya que somos figuras profesionales acostumbradas a pensar lo urbano.  Los arquitectos juntamos la capacidad de pensamiento de diseño con la capacidad de comprender fenómenos como lo  urbano. Mientras que los  biólogos están acostumbrados a hablar de cómo muchos procesos juntos, crean una complejidad que hay que llevar hacia algún lado para entender qué es lo que está pasando.

Ahora mismo estamos intentado desarrollar, a raíz del proyecto Gran Vía Procomún, algo que ahora llamamos Smartstreet procomún. La propuesta de Gran Vía procomún, fue realizada para una exposición organizada por Fundación Telefónica en ocasión del centenario de la Gran Vía. Buscaba investigar de qué manera podríamos aplicar todo lo que normalmente hablamos en la oficina, a una calle que existe con sus características específicas y cuáles serían los resultados de ello. Es un proyecto no acabado, pero si una investigación muy avanzada sobre algo que nos gustaría desarrollar más adelante. Se trata de entender que no tenemos dos identidades, una en el mundo digital y otra fuera de él, sino que ambas son parte de la misma identidad y que esta identidad digital no es menos importante que la otra.

Para llevar adelante este proyecto, estamos intentando conseguir alguna financiación que nos permita desarrollar un poco más estas ideas y una vez definido proponer esa experiencia del espacio sensible a los distintos ayuntamientos para su ciudad. Esto crearía un espacio más contemporáneo, porque estamos en 2011 y seguimos proyectando espacios públicos durísimos como aceras, alcorques…etc. Siempre se dice que en la arquitectura todo va más lento, pero aún así,  me parece demasiado.

  • Por un lado,  los arquitectos os convertís en formadores y consultores, mientras que por otro lado, sois capaces de reunir, activar a la ciudadanía,  y crear esos activadores urbanos… de la misma forma que organizáis a la ciudadanía, ¿podríais reorganizar el tema administrativo político  y así llegar a unir a administración, técnicos  y ciudadanos en un mismo equipo?

En eso estamos en Cáceres. La política territorial que tiene Extremadura es buenísima. Tienen un lema que es La sociedad de la imaginación, con un plan estratégico de desarrollo territorial, que, para mí, es uno de los más innovadores del sur de Europa.  Es el  primer territorio que apostó por el software libre de Linux, que se llama Linex.

La administración pública utiliza ese software libre y con el dinero que se ahorran de pagar licencias, hacen formación para que la gente aprenda a utilizar esas herramientas.

Ello crea un conocimiento base que hace que nuevas empresas  se dediquen a crear nuevas aplicaciones para ese sistema informativo. A la vez crean conocimiento y trabajo local.  Todo eso, además, tiene  un objetivo y es que siendo una provincia pobre, que la gente abandona en busca de trabajo, apostar por una sociedad en la que los jóvenes desarrollen sus capacidades y talento allí mismo.

  • Y ¿cómo lo han conseguido?

Para ello han creado “La ciudad de la imaginación”.  En Cáceres se está desarrollando un concepto de participación ciudadana muy interesante basada en la creatividad.

Quieren conseguir que la capacidad ciudadana esté vinculada a una idea de creación. El geólogo Adolfo Chautón por ejemplo, lleva un curso que se llama “La ciudad colaborativa”, enfocada al ámbito de la creatividad.

Ellos entienden que la manera de crear una mejor cohesión social y que la gente participe de la gestión urbana es crear momentos de creación colectiva, que puedan, o no, estar conectados directamente con la mejora urbana.

Los profesionales que trabajamos en esto, deberíamos jugar un papel más importante en este aspecto ya que tenemos la  capacidad de visualizar los fenómenos urbanos más que  los ciudadanos.  La gente que vive ese espacio no puede tener una visión progresiva de todos los procesos supuestamente participativos y los políticos se aprovechan de ello. Si empezásemos a crear procesos participativos que no estuvieran relacionados directamente con este tipo de fenómenos, conseguiríamos crear una cultura urbana y de trabajo colectivo que nos permita mejorar en este sentido.

  • ¿Cuál es la forma de  gestionar todo eso de manera más práctica?

No existe un proceso único que permita directamente eso. Hay que generar una especie de ecosistema de procesos  y proyectos que puedan permitir esa participación. Ese ecosistema ha de permitir a los técnicos y políticos conectar en cualquier momento con el e incluirlo en un proceso de transformación, aprovechándose de que ese tejido ya está funcionando.

En Extremadura, entre otras fórmulas, tienen unos centros de creación juvenil. Estos espacios,  que son antiguos edificios reformados, tienen  las infraestructuras técnicas necesarias para poder desarrollar proyectos. Otra fórmula serían son los centros de alfabetización digital, donde las nuevas tecnologías pueden servir entre otras cosas para crear una cohesión con las personas mayores. Estos ejemplos, junto con otros centros y entidades públicas como pueden ser las Universidades Populares, crean un ecosistema en el que el ciudadano se encuentra más cercano a la administración pública y más activo en la gestión de su entorno físico.

  • Se trata de aprovechar esta nueva era que nos toca vivir en todo su potencial…

Creo que estamos viviendo un momento histórico. Una transformación de la sociedad histórica en la que nuestra generación podemos ser protagonistas y, en cierta medida,  lo estamos siendo pero no del todo.  Están cambiando tantas cosas que en algunos casos nos deberíamos olvidar de unos sistemas de organización que han funcionado hasta ahora para proponer cosas realmente innovadoras. Todo el debate que se generó respecto a la ley Sinde me parece muy interesante ya que, en mi opinión,  el futuro de cómo entendemos las cosas se está jugando ahí. Tenemos dos maneras de ver el mundo, una nueva  generación que quiere ver las cosas de otra forma y otra generación que quiere seguir entendiendo el mundo de la misma manera.

De todas formas, esta primera sigue siendo un poco excluyente, ya que la gente que comparte mucho, entra en una red en la que se empiezan a crear lazos y relaciones que otros no consiguen.

  • Aquí cobra especial importancia ser conscientes de los tiempos que corren y entender la sociedad que nos ha tocado vivir. ¿Cómo ves el tema de la cultura libre?

Los nuevos modelos económicos asociados a la cultura libre están caracterizados por asignar mayor valor a la acción sobre el producto. Por lo tanto, premian la transmisión del conocimiento, así como, por ejemplo,  la actuación en vivo de los artistas, frente a la venta de objetos físicos almacenables.

Nos encontramos ante la revolución de la cultura libre, algo en que las universidades deberían estar más implicadas. En Italia, como en otros países, por la situación que  allí se está viviendo, se está dando la auto-organización desde abajo.

La estructura establecida de gestión democrática se da tan por perdida que la gente empieza a actuar de forma directa en la restauración de lo local (lo que se llamaría urbanismo emergente).

La transparencia es fundamental para un urbanismo sostenible, cuanto más transparente sea un proceso urbano, más sostenible será. Por tanto, hemos de acostumbrarnos a que los que gestionan tengan que rendir cuentas de lo qué hacen. En Italia hay un proyecto llamado Open Parlamento, que se aplica al parlamento italiano y permite seguir qué leyes votan, qué líneas siguen, entender cómo los parlamentarios se posicionan…etc.

Puedes adoptar a un diputado, y realmente lo tienes bajo control publicando todo lo que dice y hace ese diputado. Eso nos lleva a un control colectivo, que puede llegar a un control descentralizado.  No es lo mismo un control piramidal que un control distribuido. El problema no es que haya una webcam en una plaza, sino quién ve y dónde se ven esas imágenes. El control descentralizado sería que cualquiera pudiera acceder a esas imágenes. Pensemos en cómo sería eso a escala de una ciudad.  Se establecería algo mucho más directo entre la ciudadanía y el gobierno de la ciudad, sería una nueva manera de vivir la ciudad desde un acercamiento más creativo. Como el ejemplo deCritical city, que propone vivir la ciudad como si fuera un juego. Todo ello hace que las organizaciones surjan desde abajo y creando esos encuentros entre la gente. En Sicilia,por ejemplo, unos vecinos se han organizado montando una plataforma donde todos se implican para mejorar las calles de su ciudad con el uso de los elementos digitales.

Tuvimos la suerte de poder contar con formas diferentes de ver las cosas.

Participamos en el  concurso junto con el artista Lluis Sabadell y afortunadamente justo en ese momento contábamos con la colaboración de dos antropólogas en practicas que nos ayudaron a tener otro punto de vista, más allá de la arquitectura. Además en el estudio a cada uno de nosotros nos interesaba un elemento muy diferente del proyecto.  En un mes llenamos una pared de postits cargados de ideas, esquemas,  lazos, calendarios…

Estábamos siempre buscando un punto intermedio entre la innovación y su posible creación. La novedad fuerte era que íbamos a hacer una prueba a escala 1:1 de los diferentes talleres con los que habíamos experimentado y en los que los propios ciudadanos estarían totalmente involucrados.  Es preferible que el dinero nos lo pudiésemos gastar en ello y no en  una plaza convencional para  que luego se quede muerta.

  • Así que se crearía un buen debate interno entre vosotros…

ONETHOUSANDSQUARE / Ecosistema Urbano + Lluís Sabadell Artiga

Pues la verdad es que sí, ya que pensábamos que los políticos querrían algún resultado al final, algún mamotreto en medio de la plaza y nosotros nos planteamos hasta el no realizarlo.

Puesto que tras el concurso de carácter artístico el ayuntamiento proponía un concurso para la realización de la plaza, nosotros pensamos en que dicho elemento tenía que ser algo funcional para el diseño de la misma.

Al final, tras toda la vivencia, decidimos presentarles un proceso que terminaría con la definición de una especie de “bases” para la creación de esa plaza con las que tendrían dos opciones; una que saliese a concurso para hacer la plaza  y otra, que se la encargase con dichas bases a un estudio (ojalá a nosotros). Además, me parece fundamental incluir lo local y lo global en el proceso de creación porque dará paso a procesos mucho más interesantes.  Por otro lado, ellos nos pedían que diese identidad a esa ciudad de 30.000 habitantes, algo que nosotros creíamos que podríamos conseguir con el propio proceso de creación del sistema. Con todo ello se intentará situar la ciudad en el mapa, consiguiendo que se den conexiones culturales con otras ciudades.

La idea es Incluir una dimensión local en una ciudad mediana y así además de seguir ofreciendo una calidad de vida muy grande,  dar la oportunidad a la gente de estar conectados culturalmente a procesos mayores. Así que, lo que llamábamos el Local Lab(que incluye una especie de plató para los jóvenes donde podrían hacer un programa de entrevistas, o poder tocar música…etc. entre otros programas proyectados) se podría mostrar en un escenario global.

  • Y para terminar…  ¿qué te gustaría que te pasase y que le pasase a Ecosistema Urbano en un próximo futuro?

Personalmente me gustaría vivir esta revolución de lo cotidiano de manera más natural posible. Básicamente, yo quiero cambiar el mundo!, de una forma cotidiana. Y a nivel profesional, me gustaría que mi trabajo sirva un poco de catalizador, que otros se puedan aprovechar de nosotros y nosotros nos podamos aprovechar de los demás, llevándonos a definir una nueva profesión y nuevas oportunidades que ahora mismo en la construcción no hay.  Todos estos temas de la cultura libre, de la participación etc.

Es interesante que ya existe una generación que desde la profesión está asistiendo a ese cambio. No solo están haciendo un trabajo sino que es un trabajo con una ética aplicada que crea un ecosistema de agentes y personas concretas y que, en ese intercambio las redes pueden crear cambios.

Quizás un poco ambicioso, pero soñar es gratis.

Fuente: La Ciudad Viva

Primera Parte de la Entrevista: Stepienybarno

Sobre este autor/a
Cita: Daniel Portilla [Dapo]. "Entrevista a Domenico Di Siena (Ecosistema Urbano)" 29 jul 2011. ArchDaily Colombia. Accedido el . <https://www.archdaily.co/co/02-100399/entrevista-a-domenico-di-siena-ecosistema-urbano> ISSN 0719-8914

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